Cuba defendió este martes la eliminación y prohibición total de las armas nucleares, como única salida realista de la amenaza que representan esos artefactos para la humanidad.
El tema ha estado pendiente de solución definitiva desde que la Asamblea General le dedicó su primera resolución, en enero de 1946, hace casi 70 años, advirtió el embajador alterno cubano ante la ONU, Oscar León.
León intervino en la Tercera Reunión del Comité Preparatorio de la Conferencia de Revisión de las Partes encargada del Examen del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP), prevista para 2015.
En el foro de dos semanas, instalado la víspera, el diplomático destacó que la mayoría de los 193 países miembros de Naciones Unidas claman con fuerza la adopción sin demora de una Convención destinada a eliminar y prohibir, en una plazo de tiempo determinado, los letales medios de exterminio en masa.
Al respecto, lamentó que 46 años después de la adopción del TNP, la mayoría de las potencias nucleares se opongan al comienzo de negociaciones para librar al mundo de la amenaza de miles de ojivas, muchas de ellas listas para su empleo.
«Se aferran al supuesto poder que se deriva de la posesión de esos armamentos, pese a que la historia y las investigaciones científicas concluyen que el poder del átomo como arma de guerra conduce al genocidio y la aniquilación de la vida en el planeta», expuso.
De acuerdo con el embajador alterno cubano, la falta de voluntad política ha provocado incumplimientos en las Conferencias de Examen del Tratado, realizadas en 1995, 2000 y 2010.
Las razones del estancamiento y las medidas para superarlo deben ser el centro de nuestros debates desde ahora, para que el foro del año próximo tenga un resultado práctico y concreto, sugirió.
En su discurso, León ratificó el rechazo de la isla a la imposición de medidas unilaterales y a la injerencia del Consejo de Seguridad en el mandato otorgado por el TNP al Organismo Internacional de Energía Atómica.
Cuba reafirma el derecho inalienable de los estados a desarrollar la investigación, la producción y el uso pacífico de la energía nuclear, sin discriminación, subrayó.
El diplomático también resaltó la decisión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños de declarar la región de 33 naciones una Zona de Paz, lo cual incluye el rechazo a las armas nucleares y al uso o la amenaza de empleo de los mortales artefactos.
La proclamación tuvo lugar a finales de enero de este año, cuando el bloque integracionista celebró su II Cumbre, en La Habana, Cuba.
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