José Ramón Balaguer explicó que la aplicación de esa estrategia forma parte de la contraofensiva del imperialismo y las derechas en América Latina y el Caribe.
Cuba alertó este miércoles ante el Foro de Sao Paulo, que sesiona en La Paz, sobre los métodos y objetivos de la guerra no convencional de Estados Unidos para generar caos en los países considerados sus enemigos.
José Ramón Balaguer, jefe del Departamento de Relaciones Internacionales de Comité Central del Partido Comunista de Cuba, explicó que la aplicación de esa estrategia forma parte de la contraofensiva del imperialismo y las derechas en América Latina y el Caribe.
Dijo que esa táctica no es nueva y citó como ejemplo la historia de las agresiones de las autoridades de Washington para intentar sofocar la Revolución de su país.
Balaguer llamó al auditorio a reconocer cuándo se está en presencia de una guerra no convencional, dirigida a los gobiernos calificados por la Casa Blanca de obstáculos a sus intereses globales e incluso de países que no son declaradamente sus adversarios.
«A la subversión ideológica y la influencia política de mediano plazo en determinado momento se le suman acciones desestabilizadoras y radicalizadas, que buscan de forma expedita lo que denominan un cambio de régimen. Se trata de invisibilizar el involucramiento de Estados Unidos», afirmó.
Puntualizó que el llamado cambio de régimen tiene como propósito crear las condiciones políticas mínimas para garantizar los objetivos imperiales y entre las principales beneficiarias figuran las grandes trasnacionales.
Según detalló Balaguer, la nación víctima del ataque constituye una prioridad para los Estados Unidos por razones económicas, geopolíticas o incluso por su papel simbólico y contra hegemónico.
«Se identifican un grupo de supuestos errores políticos de los líderes del país en cuestión o vulnerabilidades objetivas, en especial el eventual deterioro socio económico, muchas veces inducido. Asimismo, supuestas o reales diferencias que sirvan para polarizar a la sociedad estimulándolas artificialmente», aseveró.
Tras exponer los pasos metodológicos de esas operaciones -a las cuales se destinan grandes recursos financieros- Balaguer dijo que los gobiernos de la zona deben procurar la mayor eficacia socio-económico y de seguridad interna para enfrentarlas.
«La fortaleza política depende en gran medida del nivel de unidad en el seno de las organizaciones políticas que conducen el país, así como el más abarcador vínculo entre los líderes y la población», aseveró.
Entre otras cuestiones, también abogó por intensificar la denuncia oportuna a nivel local e internacional de esas maniobras, utilizar de forma intensiva Internet y fortalecer las relaciones internacionales para neutralizar los esfuerzos por aislar al país.
«El avance de los procesos de integración y concertación política regional, como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, la Unión de Naciones Suramericanas y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, entre otros, son por definición un antídoto eficaz ineludible», concluyó.
Balaguer y otros cuatro ponentes de Brasil, Bolivia, El Salvador y Argentina participaron en el IV seminario sobre los gobiernos progresistas y de izquierda de la región, incluido en el programa del Foro de Sao Paulo.
La cita internacional concluirá el viernes con una declaración final.
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