Cuba reiteró este viernes en la Asamblea General de Naciones Unidas la urgencia de reformar el Consejo de Seguridad para convertirlo en un órgano transparente, representativo y democrático.
«Uno de los principales problemas y retos que aún enfrenta la ONU a 69 años de su constitución, es no haber podido llevar a cabo la reforma que requiere el Consejo de Seguridad», advirtió el embajador alterno de la isla aquí, Oscar León, al intervenir en un foro de la Asamblea dedicado a la gestión del órgano de 15 miembros.
De acuerdo con el diplomático, mientras no se materialicen esas transformaciones demandadas por la comunidad internacional, seguirá inconclusa la actualización de Naciones Unidas.
León insistió en la preocupación de Cuba por la tendencia creciente del Consejo a considerar temas y asumir funciones que le corresponden a otros órganos, postura también fijada en la sesión por Irán a nombre del Movimiento de Países No Alineados, que agrupa a 120 de los 193 estados integrantes de la ONU.
El diplomático criticó, además, las frecuentes consultas del Consejo a puertas cerradas, algunos de sus métodos de trabajo y «el obsoleto, antidemocrático y anacrónico derecho de veto».
Asimismo, llamó a ampliar los miembros permanentes y no permanentes del órgano con la responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales, según el mandato de la Carta de la Organización.
Para Cuba, ese incremento es clave en el empeño de los países del Sur de rectificar su insuficiente representación en el Consejo.
La reforma considerando estos aspectos le daría legitimidad y mayor efectividad en su labor, concluyó León, quien expuso el compromiso de La Habana con el perfeccionamiento de Naciones Unidas.
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