El proyecto sociocultural Amalgama celebra su quinto aniversario, en el contexto de la Jornada cubana de lucha contra la homofobia.
Como toda Cuba, Sancti Spíritus parece dejar atrás aquellos anquilosados criterios en materia de aceptación y diversidad sexual que estremecieron la isla en los años 60. La política promovida por el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) propició la aparición de espacios libres de definiciones genéricas.
“En el 2009 surgió Amalgama con el objetivo de educar a la población, había que enseñarles el verdadero significado de términos como travesti, transexual… Resultaba imprescindible mostrar a todos lo que ya hacíamos tras los telones de la creación artística”.
Las palabras previas de Fernando Jiménez Conde, creador del proyecto Amalgama, devienen carta de presentación de un espectáculo puesto en escena a base de sacrificios: “En una oportunidad me vi obligado a dejar a mi mamá en terapia intensiva para irme a dirigir una peña de transformismo, fue algo muy fuerte pero tuve que hacerlo con la misma sonrisa de siempre. No me considero imprescindible pero tenía cientos de personas esperando por mí. Esa noche fue un ejercicio de actuación, en la madrugada regresé al hospital”.
¿Entonces Amalgama es un show de travestis?
No. Somos un conjunto de artistas que apostamos por el arte de la trasformación y lo hacemos de la manera más profesional posible. Como Jared Letto, que ganó el Oscar este año al mejor actor de reparto por su magistral transformación de hombre a mujer, nuestros transformistas suben al escenario a interpretar y lo hacen con la misma naturalidad con que la escritora Virginia Woolf convirtiera a Orlando en una sensible dama europea.
A propósito de la literatura, el escritor cubano Severo Sarduy se refiere al travestismo literario como arte de la trasformación. Desde el teatro, ¿qué dice Fernando, el actor profesional?
Soy de los que defienden la transformación como arte. En mi caso, en la radio tengo el personaje de Teo. Acá soy el director, las obras que hemos presentado en el Teatro Principal son adaptaciones hechas por mí y con ellas hemos tenido éxito de taquilla. También me satisface la aprobación y el reconocimiento del proyecto por parte del Consejo Provincial de las Artes Escénicas. Ahora montamos un texto de Virgilio Piñera: Siempre se olvida, donde recreamos la porfía humana de querer imponer criterios.
¿Qué otros actores integran el grupo?
Mi carta de presentación se llama Alfredo de Armas (Salma), muy elogiado por el Premio Nacional de Teatro René Fernández, quien llegó a decir que su interpretación no parece fruto del maquillaje, sino que luce como una verdadera actriz. Recientemente se sumaron dos grandes del género dramático en la provincia: Raúl Muro y Jorge Luis Osorio, visible muestra de que en Amalgama todos pueden participar.
¿Es difícil luchar contra la homofobia en una provincia popularmente conocida como tradicionalista?
El secreto para sortear los posibles obstáculos está en la perseverancia. Creo que estos cinco años trabajando para un público diverso resulta la respuesta ideal. Vienen muchos jóvenes los fines de semana, ellos le llaman “la fiesta”, aunque yo siempre le digo peña. Los asiduos al ranchón Don Criollo por lo general también gustan de Amalgama. La papeleta de entrada no especifica si eres hombre, mujer, homosexual… Pienso que la lucha forma parte del día a día.
¿El apoyo institucional ha llegado a las peñas de los sábados?
Sí. Incluso en una oportunidad, cuando nos presentábamos en la Casa de la Promociones Musicales, alguien se quejó por nuestra presencia allí. Luego fuimos visitados por autoridades del Partido y la queja se tradujo en una sincera felicitación de su parte. Alguna vez nos presentamos en la Disco Centro, la Disco Temba, en el Yang Set y ahora estamos cada sábado en el patio del restaurante Pío Lindo. Realmente me siento muy agradecido porque las distintas administraciones nunca pusieron requisitos de por medio.
¿Qué le falta a Amalgama?
Lo más necesario: un local, una sede permanente, al igual que El Mejunje de Santa Clara. Así pudiéramos trabajar de lunes a lunes.
¿A quiénes agradece Fernando?
Si mencionara nombres pecaría de injusto. Agradezco a quienes llegaron con los detalles para las escenografías, a los que prestaron las luces, a los del audio. A los creadores de tantos y tantos vestidos metamorfoseados desde la máquina de coser. Mil gracias al Centro de Orientación para Jóvenes Adolescentes y la Familia y a los seguidores del arte que hacemos por los aplausos que nos han dado siempre.
Tu concepto del proyecto…
Amalgama es cultura contra la homofobia.
El autor es estudiantes de periodismo de la Universidad Central de Las Villas
Ese sitio es el mejor felicitaciones
Que bueno que el Peródico haya tenido a bien publicar este trabajo en el contexto d e la Jornada Cubana de lucha contra la Homofobia , FELICIDADES al joven periodista por su trabajo.