El debate sobre el narcoparamilitarismo en el Congreso, que puso en dificultades al expresidente colombiano y ahora senador Alvaro Uribe, dejó una estela de interrogantes entre sectores políticos y en el país en general.
A dos días de que el senador Iván Cepeda, del Polo Democrático Alternativo, presentara vídeos, fotos y documentos que vinculan al exmandatario con paramilitares y narcotraficantes, el tema continúa en redes sociales y otros medios de difusión, en los cuales los colombianos coinciden que quedaron muchas preguntas por contestar.
Calificado de histórico, el debate del paramilitarismo en el Senado, seguido en Internet por más de dos millones de personas, según cifras difundidas por la emisora Blu Radio, generó inmediata repercusión en todo el país y puso otra vez al destape la necesidad de los colombianos de conocer la verdad de lo sucedido en estos años.
En opinión del senador Antonio Navarro «el país presenció un debate de la historia política de los últimos 30 años». Es necesario otro debate «sobre todos los hechos» que han golpeado a la política durante esta etapa, dijo en declaraciones difundidas por la revista Semana.
Uno de los que también insistió en la necesidad de conocer los nexos entre la política y el temido narcotraficante Pablo Escobar (1949-1993) fue el senador Horacio Serpa, del Partido Liberal, quien propuso incluso otro debate que denominó la pablopolítica.
En declaraciones a Semana apuntó que como están saliendo a flote todas las cosas, que se destapen todas las cartas. Una de las necesidades grandes de los colombianos es conocer toda la verdad, de todos y de todas, para luego reconstruir a Colombia, sostuvo.
Durante más de 10 horas, el Capitolio fue escenario de un debate político belicoso como hace muchos años no se veía, escribió por su parte el diario El Tiempo.
Al final de la jornada, agregó ese diario, quedó la sensación de que no se respondieron las preguntas y que todavía hay tareas para los tribunales, que deben investigar las relaciones de políticos con el crimen, que tanto dolor han sembrado en las últimas décadas.
Sin duda uno de los episodios que más ampollas levantó en Twitter entre los colombianos fue la reacción de Uribe de abandonar la sala mientras Cepeda exponía sus argumentos, regresar para lanzar acusaciones y luego volverse a retirar.
En Twitter la etiqueta #SeretiracomoUribe continúa hoy como tendencia en esa red social en la cual los colombianos aún critican la actitud del exmandatario.
Lo ocurrido en el Cámara alta el miércoles último ha dejado consigo también una serie de demandas penales de varias partes.
La televisora pública bogotana Canal Capital anunció que denunciaría penalmente al expresidente Uribe, hoy senador por el Centro Democrático, quien acusó a ese medio de ser «un instrumento servil al terrorismo».
El gerente de esa televisora, Hollman Morris, calificó de infames las acusaciones de Uribe que, dijo, reflejan «una monstruosa intención de debilitar las voces de aquellos que como este canal, a través de la promoción de los derechos humanos y una cultura de paz, defendemos los cimientos de nuestro sistema democrático».
Otros de los que también dijo que demandaría al exgobernante es el senador Jimmy Chamorro, presidente la Comisión Segunda, quien durante el debate fue señalado por Uribe de recibir dineros del narcotráfico en la pasada campaña electoral.
Para la presidenta del Polo Democrático Alternativo, Clara López, era un debate necesario en el que Cepeda, dijo, tocó las fibras de parte menos visible de las violencias del conflicto. No debe quedar sin consecuencias, escribió en Twitter.
Varios han sido los comentarios que se han sucedido en estos dos días en los medios de difusión naconales.
En un artículo publicado en Internet el periodista Nelson Lombana opinó que, entre otras cosas, el debate logró colocar en blanco y negro la realidad borrascosa de Colombia y sacó a flote nuevos enemigos declarados de la paz y la salida política.
También, añadió, enseñó que solo la unidad alrededor de un frente amplio por la paz puede encarrilar al país por un sendero distinto.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.