Desde que las villas vacacionales y las casas de visitas se abrieron al turismo nacional, más de 2 000 huéspedes han visitado esas instalaciones en la provincia
La Boca no es un hervidero de gente, al menos hoy. En medio de aquel caserío trinitario que se ha ido acomodando —y extendiéndose— más allá de la silueta de la playa, la única perturbación posible es el rugido de las olas. Parece un pueblo somnoliento; sobre todo, por los carteles inusuales que anuncian en las ventanas: vacant room; porque no hay cáscaras de anoncillos manchando la arena; porque ni tan siquiera un equipo de música amanece disputando decibeles de un portal a otro.
Hasta las villas vacacionales y las casas de visita que levantaron edificios enteros sobre las faldas de la costa adormecen, aunque su reciente apertura a todos los ciudadanos, sin exclusiones según oficios y empresas, dicen que ha permitido que se vayan despabilando de a poco.
Pero más allá de las prebendas de una oferta tan tentadora como la de abrir habitaciones para el disfrute del bolsillo trabajador, el estreno ha suscitado también no pocas incertidumbres: que si habrá disponibilidad de opciones todo el año para todos por igual; que si los obreros de las empresas, antiguas dueñas de las instalaciones, seguirán teniendo prioridad; que si el traspaso mejorará la calidad del servicio; que si los precios nunca serán cinco estrellas… Sin necesidad de solapín alguno, Escambray desanda villas y casas de visitas y deja las puertas abiertas.
EN TRASPASO
Cuando el pasado 15 de julio se estableciera en la Gaceta Oficial de la República de Cuba el cambio de uso de las villas vacacionales y las casas de visita, ya había nacido en Sancti Spíritus —hacía cuatro años antes— la Empresa Provincial de Alojamiento, entidad a la que se subordinan hoy 31 de las instalaciones de este tipo existentes en la provincia.
Con una renovación tan radical que ha impuesto, incluso, la adopción de nuevos nombres, desde septiembre —fecha en la que definitivamente comenzaron a cambiar de dueños— estos inmuebles han ido descorriendo antiguos cerrojos para acomodarse a sus nuevas funciones: ofertar alojamiento y servicios gastronómicos a personas naturales y jurídicas.
“Nuestra principal misión es brindar un servicio de calidad —alega Osmany Rodríguez Pardillo, director de la Empresa Provincial de Alojamiento— y por eso hoy no estamos explotando el ciento por ciento de las instalaciones”.
De las 290 habitaciones disponibles en el territorio, actualmente solo están listas para usarse el 61 por ciento de ellas; no obstante tales limitaciones, desde octubre y hasta la fecha más de 2 000 personas se han alojado en estos inmuebles.
Pasadías durante toda la semana en los sitios con piscina por un valor de 10 pesos en moneda nacional; alquiler de locales para eventos, reuniones, cumpleaños; reservaciones para cenas; hospedaje con un costo de 20 pesos en moneda nacional per cápita cada noche… son algunos de los servicios ofertados en el nuevo menú de estas instalaciones.
“Ya se cuenta con un buró de reservación al cual pueden acceder tanto las personas jurídicas como las naturales —apunta Rodríguez Pardillo—; en el caso de estas últimas pueden reservar con 30 días de antelación. Hoy solo puede reservarse para las instalaciones del territorio, pero la idea es que funcione nacionalmente y así usted pueda ir a cualquier lugar de la isla. Próximamente se creará un buró similar en Trinidad, por la demanda que tendrá”.
No es únicamente la oportunidad de tener las puertas abiertas de enero a diciembre la ventaja que muchos aplauden; otros reconocen también los precios asequibles, aun cuando las opciones gastronómicas se hayan encarecido al asumir los costos establecidos en la Gastronomía.
Mas, las tarifas no son definitivas. Si bien las autoridades competentes son conscientes de la necesidad de mantener a capa y espada una oferta accesible a la estrechez salarial de no pocos trabajadores, también saben que para obtener ingresos no se puede sostener una ganga como la de ofertar camas, aire acondicionado y televisor por 20 pesos.
“De acuerdo con el confort de las habitaciones variarán los precios. Se está haciendo el estudio para que algunas instalaciones puedan prestar servicio en moneda libremente convertible; estos cambios deben comenzar para el próximo año, pero hoy todas prestan servicio en moneda nacional”.
Bien deben saberlo: el encarecimiento tampoco debe suponer orfandades para quienes difícilmente podrán costearse otra opción recreativa y antes de optar por subir la presión de los bolsillos, las villas tienen que saldar las deudas con el deterioro.
GRIETAS AÑEJAS
Desde que las empresas que construyeron para sus trabajadores aquellas villas en La Boca sospecharon la transferencia de sus propiedades, muy pocas quizás invirtieron en resanar repellos, en sustituir redes hidrosanitarias, en reparar neveras… Así, a la buena de Dios sobrevivieron entonces aquellos aposentos verano tras verano durante más de tres años.
Es eso tal vez lo que más lacera hoy la oferta. Tanto que en el sureño municipio, por ejemplo, de las 18 instalaciones vacacionales existentes solo están en uso siete.
En la antigua Casa de Visita de los Comités de Defensa de la Revolución, hoy nombrada El framboyán, Blas Alexis Sotolongo Reguera, su administrador, no oculta preocupaciones: “La casa está paralizada por falta de avituallamiento y equipos de frío. Hace más de cuatro años que aquí nadie da ni un encendedor. Se traían 20 o 30 sábanas y cuando se acababa el verano se las llevaban. Hay problemas con la carpintería, con las filtraciones, para poder llegar a ser de primera categoría hay que hacerla nueva”.
De parecidos males sufren casi todas, sobre todo por el deterioro acumulado a causa de tantos años en el limbo del traspaso. Algunas dificultades añejas desvelan ante una demanda que se acrecienta más allá del período vacacional.
“Los problemas con el agua son los mayores —confiesa Freddy Arci Masmut, administrador de Vista al mar, otrora Villa Arrocera—. Habrá que tener una pipa alquilada permanentemente si se piensa que va a estar lleno todo el año, porque el agua no alcanza. Además, hay que tener en cuenta la instalación de la piscina, que está al dar problemas”.
Crear las condiciones necesarias para satisfacer las exigencias de la posible avalancha de huéspedes no es cuestión de un día. Al frente de la Unidad Empresarial de Base Alojamiento Trinidad, María Elena Gutiérrez Fontanills, su directora, conoce a pie juntillas los agujeros que aún pesan sobre las actuales ofertas.
“Muchas de nuestras instalaciones carecen de avituallamiento y no todas tienen la capacidad necesaria de frío para conservar los alimentos. En algunas hay que crear las condiciones para poder establecer el servicio de restaurante. No obstante, en las que hoy están abiertas continuamente están ocupadas y las personas alojadas han quedado satisfechas con los servicios”.
Según los cómputos de la Empresa Provincial de Alojamiento, para resarcir tantos males acumulados y poner todas las instituciones en funcionamiento habrá que invertir 1.8 millones de pesos. Por el momento —al decir del director de esa entidad—, ya se ha solicitado el financiamiento para la compra del avituallamiento, se buscan estrategias para solucionar las carencias de refrigeración y se han comenzado a intervenir constructivamente algunos locales.
¿VERANO PARA TODOS?
En las cercanías del buró de reservaciones en la cabecera provincial, Aleida Jiménez no duda en alabar las ventajas de este reordenamiento que ha convertido esos sitios, a su juicio, en hoteles de pueblo.
“Si no es así jamás hubiera podido ir a ninguno de esos lugares. Nunca he puesto un pie en un hotel de Trinidad, al menos ahora uno tiene esta opción, lo que hace falta es que en verano también haya capacidad”, señala Aleida.
Es una opinión compartida por muchos. Mas, decir que ha existido consenso en el júbilo por tal medida correría el riesgo de los excesos. Empresas adentro, ha existido resistencia, quizás porque obreros como los de la Fábrica de Cemento Siguaney o de la Empresa Agroindustrial de Granos Sur del Jíbaro, que contribuyeron monetariamente a construir aquellas villas para su disfrute, aún les cuesta admitir la pérdida.
Sin embargo, para Rodríguez Pardillo el canje hacia la Empresa Provincial de Alojamiento tampoco significa desposesión: “Siempre se ha manejado la idea de que los trabajadores de las empresas que eran dueñas de las villas tienen un nivel de prioridad y esas empresas pueden reservar por la nuestra el período vacacional de sus trabajadores”.
Puede ser una alternativa, pero de concretarla… ¿seguiría restándole opciones al resto de los obreros de aquellos organismos sin antiguas estancias vacacionales? ¿Habitaciones al por mayor o demanda sin oferta?
Todavía no se sabe qué estrategias se pondrán en práctica para el próximo verano cuando se disparen los antojos recreativos de la población; pero desde ya hay una certeza: la oferta de hoy difícilmente podrá satisfacer la demanda de mañana.
Lo que sí no puede dudarse es que, al menos, se han pensado otras oportunidades y que para poder planificarse unas vacaciones en la antigua Villa del Minaz no hay que ser, necesariamente, un operador de combinadas. Pero, para lograrlo, habrá que engranar todos los resortes y sortear no pocos obstáculos para que no abunden, como casi siempre, las desavenencias entre lo dicho y lo hecho.
Como puedo sacar reservación para tres dias en esta Villa, soy de La Habana y quisiera saber si lo puedo hacer mediante alguna página o algo. Espero respuesta
Qien dice
¿cuales son las intalaciones que prestan ese servicio en la Boca? dicen 7, pero no su nombre
Y de verdad podremos acceder a estas Villas los trabajadores en los meses Julio a Agosto en los tiempos en que la mayoría de los trabajdores precise descansar y en este tiempo ya las reservaciones esten cubiertas por algunos que no trabajan cogan la mayoría de la reservaciones de su cuenta negocien las mismas y quedamos fuera los ocupados, cuando teníamos aseguradas nuestras villas que se hicieron por el esfuerzo de los trabajadores para garantizar nuestro descanso.
Si se ofertarán por Sindicato sería una vía más idónea, aunque no segura pues existen muchos y amplios sindicatos.
Hace falta que esta idea, llegue a triunfar, resultado que se verá al próximo año, para valorar eventos y recorridos y reuniones, ente otras actividades en los diversos lugares del país, que se precisen efectuar.
Sería bueno para el próximo año poner todas estas villas a funcionar pues solo funcionan el 61 %,con el confort , las condiciones y la alimentación adecuada que nos merecemos los trabajadores.
Lo de siempre, el estado lo quiere dirigir todo, entreguen todos estos centros a particulares y ya verán como poco a poco se resuelve todo, por supuesto con regulaciones y sus correspondiente impuestos, si lo dirige el estado no va a funcionar bien, el estado esta para otras cosas, es increíble que por falta de avituallamiento estén centros cerrados, ademas estamos creando otra fuente de corrupción, la corrupción no solo del desvío de recursos sino también la de los favores.
me cuento entre los pesimistas, no lo puedo negar, de que esta idea, igual que muchas otras, pensada con las mejores intenciones de que los mas necesitados de nuestra sociedad, puedan disfrutar de algo que otros si lo podian hacer, funcione. todos saben del deterioro y desgaste fisico que se ven sometidas estas instalaciones, sobre todo en el verano, y lamentablemente no somos ejemplo en el cuidado de la propiedad social. Conozco, lo pude vivir, que empresas como La Arrocera Sur del Jibaro, utilizaban sus recursos humanos y materiales en mantener su villa, y no necesariamente desviando recursos que no eran destinados a ese fin, todos estaban dispuestos a cooperar, desde un albanil, un electricista, hasta un pipero que se iba movilizado para un alberque a garantizar el agua, los recursos aparecian y no era necesario como dice el director «solicitar el financiamiento…» ni buscar estrategias para solucionar carencias». Yo solo quisiera pedirle a Dayamis Sotolongo, que le de seguimiento al tema, que aunque sea, para abril o mayo, y si ella no esta, quien la haya sustituido, le pida a Osmany (o al que este en ese momento) que le acompane a comprobar que se ha hecho para demostrarle al pueblo que es cierto que la primera mision de esa empresa es brindar un servicio de calidad. Nada de informes estadisticos, ni copias de solicitudes, al terreno, vista hara fe. Confiemos en la voluntad que tienen de vencer ese reto.
Vaya! super genial esta idea!! (risa sarcastica) 🙁
100% culpa del embargo
Otro fracaso más …..