El mediador en el proceso de paz para Siria, Lajdar Brahimi, admitió este martes dificultades para el avance de las conversaciones reiniciadas esta semana, pero expresó su disposición de realizar todos los esfuerzos para conseguir su despegue.
«No hemos logrado mucho progreso, pero haré lo posible para que el proceso despegue», dijo Brahimi en conferencia de prensa en el Palacio de las Naciones.
El enviado especial de la ONU y la Liga Árabe consideró que para obtener resultados es necesaria la cooperación de las partes en conflicto y también el apoyo desde el exterior.
«Llamamos a todos a ayudar para hacer que el proceso sea realista y para que Siria salga de esta pesadilla», dijo Brahimi.
Al término de un encuentro esta jornada, el viceministro primero de Relaciones Exteriores de Siria, Faisal Mekdad, advirtió que el proceso de negociaciones no avanzará sin la firma de una declaración conjunta contra los grupos extremistas.
«La lucha contra el terrorismo debe mantenerse como una prioridad», dijo Mekdad, y recordó que es necesario crear condiciones para la estabilidad y seguridad del país.
La nación árabe enfrenta un conflicto desde hace casi tres años, alentado y financiado desde el exterior, y se estima que mercenarios de más de 80 países penetraron en ese territorio.
Muchos de estos individuos se sumaron a bandas como la Red Al Qaeda o el Frente al-Nusra y uno de sus propósitos declarados es derrocar al gobierno para establecer allí un califato islámico regido por la sharia.
Esa es la razón por la cual la delegación del gobierno en las pláticas demanda priorizar el tema en la agenda, lo cual contrasta con la postura de la llamada Coalición Nacional para las Fuerzas de la Revolución y la Oposición Siria (Cnfros) que demanda analizar únicamente la creación de un órgano de transición política.
La Cnfros, una alianza surgida en Catar y en la cual no están representadas todas las fuerzas de la oposición moderada, responde a los intereses de potencias de Occidente y del Golfo que pretenden la salida del poder del presidente Bashar al Assad, algo que no está contenido en los pasados acuerdos de Ginebra I.
Las negociaciones para la búsqueda de una solución a la crisis comenzaron el 22 de enero en la ciudad suiza de Montreux y luego continuaron entre el 24 y el 31 de ese mismo mes en el Palacio de las Naciones.
Después de una tregua de 10 días, el proceso se reanudó esta semana y para el viernes está prevista una reunión trilateral entre el mediador de la ONU y representantes de Rusia y Estados Unidos.
Según Brahimi, en sus encuentros de esta semana propuso a las partes discutir de manera paralela los asuntos que cada una de ellas considera prioritario.
El mediador viajará posiblemente la semana próxima a Nueva York para presentar un informe al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y al Consejo de Seguridad sobre la marcha de las conversaciones.
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