La apertura de la instalación tuvo lugar en ocasión de la visita de Estado del presidente chino, Xi Jinping.
Autoridades cubanas y chinas inauguraron este martes en La Habana una moderna planta de producción de biosensores para la medición del nivel de glucosa en sangre, para beneficiar a miles de cubanos que padecen diabetes mellitus.
Xu Shaoshi, presidente de la comisión de desarrollo y reforma de la República Popular China, acompañado de Marino Murillo Jorge, vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba, cortó la cinta de acceso a la instalación situada en una de las áreas aledañas al Centro de Inmunoensayo.
Además, se firmaron nueve documentos empresariales, entre los que sobresalen un Acuerdo de Cooperación Estratégica en el campo de la biotecnología y la industria farmacéutica.
También suscribieron un Memorándum de Entendimiento para la incorporación de la vacuna pentavalente líquida a la Empresa Mixta Chagheber y un contrato de compraventa de materia prima para fabricación de la vacuna contra Haemophilus Influenzae, tipo B.
Entre otras tratativas sellaron además una Carta de Intención para evaluación de la incorporación a la Empresa Mixta chino cubana de nuevos productos nevedosos y un Acuerdo de Cooperación Estratégica para el desarrollo de productos.
La firma de estos documentos entre Cuba y China son símbolo de los fructíferos resultados de la cooperación biotecnológica existentes en esta área, y redundarán en un mejor porvenir de la contribución futura entre ambos países, expresó Xu Shaoshi.
Desde los años 70, Cuba viene trabajando en esta esfera, y ha obtenido resultados tangibles, China también logró en las últimas dos décadas un rápido desarrollo, con un incremento sustancial de la dimensión de este sector, aseguró.
Gracias a estos esfuerzos, la cooperación biotecnológica bilateral progresó, lo cual se tradujo en una serie de proyectos concretos, y avanzó en el camino de la complementación de sus ventajas en beneficio mutuo, la ganancia compartida y el desarrollo sano, convirtiéndose en un ejemplo, aseveró.
La nueva planta tiene una capacidad productiva anual de 20 millones de tiras reactivas, con posibilidades de crecer hasta 100 millones, destinadas a responder a las necesidades de la población cubana. La industria es una transferencia tecnológica contratada a la compañía china Changsha SINOCARE Inc.
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