Las críticas de la exsecretaria de Estado Hillary Clinton contra la política exterior del presidente Barack Obama avivan el debate político en EE.UU., cuando comienzan a perfilarse estrategias para la campaña de 2016.
Este miércoles en la noche está pactado un encuentro entre los otrora rivales de la contienda demócrata por la Casa Blanca, en 2008, en la isla Martha’s Vineyard, estado de Massachussets, donde el gobernante se encuentra de vacaciones.
La exprimera dama asiste a la reunión tras verter controvertidas declaraciones en una entrevista con la revista The Atlantic, difundidas el pasado fin de semana.
Clinton consideró fallida la estrategia de Obama hacia Siria, mientras se mostró partidaria de haberle entregado armas desde un primer momento a los grupos que intentan derrocar al gobierno del presidente Bashar al-Assad hace más de tres años.
Eso creó un vacío de poder que ahora han llenado los yihadistas, opinó la exsenadora por Nueva York y favorita para agenciarse la candidatura demócrata a los comicios presidenciales de 2016.
Aunque Clinton valoró a Obama como «extremadamente inteligente» y «reflexivo», consideró sin embargo que su política exterior está permeada, a veces, por un exceso de prudencia.
Incluso, la exfuncionaria lanzó un ataque frontal contra la política exterior de Washington, delineada en mayo por Obama durante un discurso en la academia militar de West Point, al considerar que «los grandes países necesitan principios organizativos y no hacer cosas estúpidas».
En el enclave militar de Nueva York, el gobernante se mostró contrario a la participación de militares estadounidenses en operaciones peligrosas fuera del país, e insistió en la necesidad de «no hacer cosas estúpidas».
Los comentarios de Clinton cayeron como un bombazo en Washington, en momentos que la popularidad de Obama apenas rebasa el 42 por ciento de aceptación y enfrenta varias crisis como las de Rusia e Iraq.
David Axelrod, exconsejero y uno de los estrategas de la llegada a la Casa Blanca del primer mandatario afroestadounidense contestó a la otrora jefa de la diplomacia que «no hacer estupideces quiere decir cosas como ocupar Iraq», según escribió en la red social Twitter.
Hillary formó parte del grupo de senadores demócratas que votaron a favor de iniciar la guerra contra el gobierno del presidente Saddam Hussein en 2003, bajo la nunca comprobada acusación de poseer armas de destrucción masiva, si bien después consideró que se trató un error.
Este miércoles la mansión ejecutiva intentó bajar el tono de la polémica al reconocer que existen «diferencia en el análisis político» de la situación sobre naciones como Siria, aunque subrayó que Clinton y Obama comparten puntos de vista similares «sobre la mayoría de los temas».
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