EE.UU. desembolsará otros 19 millones de dólares para las estructuras militares de Ucrania, principalmente cuerpos represivos como la Guardia Nacional.
La noticia fue confirmada por el Pentágono en una rueda de prensa y supone el adiestramiento y la entrega de pertrechos a los comandos de la Guardia Nacional, cuyos armados han sembrado el terror en las ciudades del oriente del país con arrestos arbitrarios, secuestros y asesinatos de opositores y activistas sociales de la resistencia.
Militares estadounidenses entrenarán y equiparán cuatro compañías y un cuartel general táctico de la Guardia Nacional ucraniana, según reprodujo el portal noticioso For Um.
El anuncio de más ayuda militar de Estados Unidos coincide con la resistencia de las milicias populares de Donetsk y Lugansk frente a la ofensiva de las unidades de esa estructura represiva que participa con el Ejército regular en la operación militar a gran escala contra las regiones rebeldes.
Kiev admitió esta semana que gasta unos 70 millones de grivnas (cerca de seis millones de dólares) diarios en la operación militar para tomar por la fuerza el control de los importantes territorios industriales.
La Casa Blanca, sin embargo, castiga a Rusia con sanciones y una feroz guerra informativa por supuesta injerencia de Moscú y su apoyo a las milicias del este, sin presentar pruebas convincentes.
El Pentágono develó sus planes de crear un centro internacional de seguridad en la ciudad ucraniana de Yavorov, en la occidental región de Lvov, capitaneado por la comandancia europea de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y la Guardia Nacional del estado de California.
Con anterioridad, la administración del presidente Barack Obama anunció la intención de asignar otros ocho millones de dólares para equipar el servicio ucraniano de Fronteras, con el pretexto de un supuesto despliegue de tropas rusas en la zona limítrofe.
Al respecto, Rusia denunció la falsedad y manipulación de las evidencias publicadas presuntamente por la inteligencia norteamericana y recordó que inspectores internacionales no reportaron violaciones desde el territorio ruso ni actividad militar.
Obama personalmente confirmó ayer que su gobierno hará todo lo que dependa de él para apoyar a las autoridades ucranianas y evitar que «Rusia continué con su injerencia en los asuntos internos de Ucrania».
Mientras tanto, las tropas de Kiev intensifican su ofensiva alrededor de Donetsk y Lugansk, con bombardeos indiscriminados a sectores residenciales y la infraestructura vital.
El ayuntamiento de Lugansk evalúo este sábado de crítica la situación en la ciudad debido a las interrupciones del servicio eléctrico, agua, gas y las comunicaciones, tras los cañonazos del viernes que hicieron blanco en viviendas, una clínica, un hospital, una guardería infantil, calderas y gasoductos.
En Donetsk, las milicias informaron que mantienen el control de la ciudad de Shajtiorsk y de las alturas del montículo de Saur-Moguila, pero continúan los combates entre las tropas regulares y las autodefensas en varios frentes a la vez en la región del Donbass, para impedir el acceso al centro regional.
La cadena estadounidense CNN informó la víspera que los militares ucranianos empleaban misiles balísticos en el este del país, basándose en fuentes de la inteligencia norteamericana. La agencia alemana Deutsche Welle comunicó que la OTAN confirmó la presencia de esos armamentos destructivos en el conflicto ucraniano por parte del ejército regular.
El Ministerio de Defensa de Ucrania desmintió el empleo de los misiles balísticos por sus fuerzas armadas, como también lo hizo con las denuncias del uso de bombas racimo e incendiarias y los sistemas de cohetes múltiples Grad contra la población civil.
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