La UJC en Sancti Spíritus pasa revista al quehacer de los últimos cinco años. Escambray revela interioridades del singular proceso de balance
Con más de 17 000 militantes y representación en alrededor de 1 500 centros estudiantiles, productivos y de servicios, la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en Sancti Spíritus se enrola por estos días en un peculiar proceso de balance que desborda los estrechos límites de la asamblea formal —por la que tan criticada ha sido la organización— para plantar bandera en la cotidianidad misma de los jóvenes.
La evaluación de los acuerdos tomados al calor del IX Congreso de la UJC, de las transformaciones instauradas en el funcionamiento interno de sus estructuras y de la participación juvenil en la implementación de los lineamientos aprobados en el VI Congreso del Partido figuran entre los propósitos fundamentales del proceso que ya echó a andar en los comités de base, continuará a nivel municipal en los meses de enero y febrero de 2015 y culminará en predios espirituanos el 29 de marzo, fecha prevista para la asamblea provincial.
Consciente de los desafíos que imponen las actuales circunstancias, Isbel Reina Abreu, primer secretario de la UJC en Sancti Spíritus, describe esperanzado el escenario de la organización en el territorio, que califica como más cohesionado que en años anteriores.
“La provincia está en un momento importante: se desarrolla, cumple con sus planes económicos y en todos estos logros la juventud desempeña un papel relevante —ilustra—. Usted va hoy a cualquier escuela y son mayoría los jóvenes que están frente al aula; usted va hoy a la zafra azucarera y es predominante el número de jóvenes trabajando en el campo y la industria; usted va hoy a cualquier sector de la economía y los servicios, y la juventud está presente. Hay también un importante sector de jóvenes vinculados al trabajo por cuenta propia cuyos reclamos debemos atender, escuchar sus opiniones e inquietudes. De modo que la UJC en Sancti Spíritus, como en toda Cuba, tiene que encauzar esa diversidad y enrolarse en las tareas de choque”.
En esta oportunidad la organización ha convocado a un amplio movimiento de debate, la llamada conexión necesaria que involucra no solo a los militantes, sino también a los no militantes…
En este nuevo espacio los militantes de la organización se proponen intercambiar con todo el universo juvenil de su área sobre cómo perfeccionar la labor político-ideológica, cómo ser más eficientes en la actividad que realizan, cómo discutir mejor las inquietudes de militantes y no militantes. El propósito es que la conexión necesaria se convierta en un escenario de escucha y de polémica que, más allá de los propios centros laborales, se acerque a los lugares donde se desenvuelven los jóvenes.
La conexión necesaria busca desalmidonar el trabajo de la UJC. ¿Logrará hacer más atractiva la organización?
Indiscutiblemente, en la medida en que usted rompe con lo que tradicionalmente hace será más atractivo; constituye un momento propicio para acercar más la UJC, que es la vanguardia de la juventud, a esa masa de jóvenes que se propone liderar.
¿Qué temas se han venido discutiendo?
Hasta el momento en la provincia se han llevado a cabo más de 210 conexiones necesarias, el 20 por ciento de las que se debe realizar, y en ellas han participado unos 2 400 jóvenes.
Entre las preocupaciones que han emergido resaltan la participación de los jóvenes en la construcción de la sociedad, aspectos relacionados con el salario, la recreación, el acceso al mercado laboral, el trabajo con la historia, la formación vocacional, la continuidad de estudios…, temas que luego se retomarán en la asamblea de balance, porque tenemos la misión de discutir lo que verdaderamente les interesa a los jóvenes, y si ahí están sus inquietudes bien delimitadas, no ganamos nada discutiendo otros asuntos.
La conexión necesaria ha creado un ambiente muy positivo en las organizaciones de base. Como no se dio una receta, los jóvenes han sido tremendamente espontáneos. Las iniciativas van desde caminatas, recorridos por centros de la salud, de la cultura y el deporte, festivales artísticos y encuentros con la historia, hasta acampadas y visitas a instalaciones recreativas.
¿Necesitaba la UJC cambiar los métodos y estilos de trabajo?
El mismo concepto de Revolución lo dice: hay que cambiar todo lo que deba ser cambiado.
¿Qué le falta a la UJC para conectarse aún más con los jóvenes que representa?
El mismo término de conexión necesaria implica que el contacto con el joven es una urgencia de la organización. Hay que propiciar de forma permanente, no por etapas, el contacto con las preocupaciones de los jóvenes, con sus aspiraciones, para que no vean en la UJC a una élite inaccesible, sino a la organización que los representa y convoca.
La juventud aún puede trabajar mucho para hacer coincidir los intereses individuales de los jóvenes con los intereses supremos de nuestra sociedad porque no hay contradicción entre unos y otros. Que el joven se desarrolle y realice todas sus potencialidades, tanto material como espiritualmente, será siempre el propósito de la Revolución.
Y cito:»La juventud aún puede trabajar mucho para hacer coincidir los intereses individuales de los jóvenes con los intereses supremos de nuestra sociedad porque no hay contradicción entre unos y otros»…Segun la teoria marxista,sin contradicion no hay desarrollo..Entonces Marx estaba equivocado?
si eso pasa la interpretacion dogmatica