En el 2014 las brigadas de linieros en Sancti Spíritus han eliminado 95 zonas de bajo voltaje, además de laborar en la electrificación de asentamientos poblacionales en zonas rurales
Cuesta arriba, a través de las lomas de Banao, los hombres no intentan siquiera detenerse ante los segmentos azulados y brillantes que por allá arriba llaman ríos y no manantiales, ni a contemplar la presa Zaza o poblados que la distancia convierte en miniaturas. En fila, una camioneta levanta postes, y carro-talleres de color amarillo despiertan el lomerío para llevar la luz hasta lo más alto.
A bordo, la cuadrilla de 15 integrantes, entre cables de línea, aislantes, tornillos y perchas, se prepara, en una jornada que se pronostica larga, para electrificar la zona del río Banao, perteneciente a la CCS Ramón Pando, fundamentalmente para activar el sistema de rebombeo que beneficiará a cerca de una decena de familias.
—¿Por dónde empezamos?
La pregunta resulta un tácito aviso para que la caballería tome los arreos y comience a levantar postes y estrenar líneas por aquellos lugares de Dios.
CUADRILLAS DE ALTO VOLTAJE
La electrificación en asentamientos rurales y zonas de difícil acceso, junto a la eliminación del bajo voltaje, forma parte de la estrategia inversionista de la Empresa Eléctrica en la provincia, que ha emprendido en lo que va del 2014 inversiones por alrededor de 21 millones de pesos en esa dirección.
Suman más de una veintena las obras de electrificación incluidas este año en el programa de la entidad espirituana, que ha asumido el proceso de creación de nuevos servicios con la electrificación de la comunidad de La Herradura, de Sancti Spíritus, una añoranza de más de tres décadas, así como la eliminación de bajo voltaje en cerca de medio centenar de asentamientos de Consejos Populares, especialmente en los ubicados en la zona espirituana de Banao y Aridanes, en Yaguajay.
“La provincia dispone de 19 brigadas de linderos, aunque en La Habana tenemos tres grupos de trabajo y un equipo de izaje como apoyo a otras obras. Con el resto de los hombres, hasta el mes de octubre habíamos resuelto 95 de las 182 zonas de bajo voltaje que restan en el territorio”, precisa el ingeniero Henry Rivero, director técnico en la Empresa Eléctrica Provincial.
Extrañamente, cada uno de estos hombres, aparentemente rudos, se siente protagonista de grandes escaladas y cada quien quiere decir lo suyo dentro de un colectivo que une a tres brigadas integradas por trabajadores de Taguasco, Fomento y Sancti Spíritus.
“Estamos acostumbrados a viajar cuando se presentan fenómenos meteorológicos que dejan pueblos enteros sin corriente eléctrica durante semanas. La verdad es que, además de que me gusta, es lo único que aprendí a hacer en mi vida, aunque sé que es un trabajo que se sabe cuándo se empieza, pero no cuándo termina y requiere de un esfuerzo grande.
“En otros tiempos vivíamos remendando, hoy tenemos todos los recursos para trabajar, aunque sigue siendo una labor peligrosa y no muy bien pagada porque es a destajo y hay jornadas en que no llegas al salario de un día”, explica Silverio Borrego, liniero de más de 30 años en el oficio, mientras se acomoda el casco para después, desde lo alto, ajustar los tensores del nuevo poste.
ACADEMIA AL PIE DE LAS REDES
Los productores de ajo, cebolla, frutales y cultivos varios, tan célebres por esas tierras de Banao, estarán de pláceme cuando finalice una inversión que, al decir de Juan Carlos Gómez Castro, especialista principal del área técnica del municipio de Sancti Spíritus, está en su primera etapa y no es la única que se realiza por la zona.
“Aquí en lo alto son en total 950 metros de una nueva línea primaria que ya está en servicio, es decir, que una parte ya recibe electricidad y cerca de un kilómetro y medio de red secundaria, todo como parte de los trabajos de electrificación de zonas rurales. De igual forma se trabaja en la normalización de una línea a enlazar con la minihidroeléctrica Vegueta, que alimenta al pobladito cercano al coto de caza en la Sierra de Banao, de manera que la energía que produzca se pueda incorporar al Sistema Electroenergético Nacional”, acota Juan Carlos.
Mientras unos se adentran en la maleza a través de hierbazales y lodo, otros preparan los aislantes y tornillos; el más joven, sin overol ni guantes de protección, observa con avidez cada movimiento y cada decisión del jefe de la brigada. El ingeniero eléctrico Lázaro Jiménez aprovecha minuto a minuto esta fase de su adiestramiento como recién graduado, a su juicio, la mejor.
“He hecho trabajo de oficina y he aprendido, pero la práctica es otra cosa. Esto que hacen ellos no se aprende en la academia y, aunque peligroso, es un trabajo bonito. Ahora no hay quién me haga un cuento”, asegura Lázaro.
A lo lejos alguien pide otro poste sin importar que el sol, a pleno mediodía, queme más de cerca. Puede que esta vez la jornada se alargue más de ocho horas, es lo habitual entre los hombres de los carros naranjas y amarillos, esos que, por suerte, ya no viven la época de los “alumbrones”; ahora, casi siempre, se van a sitios allí también se haga la luz.
Mis más sinceras felicitaciones a los aguerridos trabajadores de las líneas eléctricas. ellos son el fruto de una estrategia de desarrollo y compromiso de los trabajdores y jefes de esa importante OBE.
Todo eso esta muy bueno pero quisiera recordarle que ya por Vanguardia Socialista pasaron y lo dejaron a medias, como casi todo, para después se queda y ahí esta hace mas de 2 años, en banao quitan y ponen la corriente sin justificaciones creo que esta dentro del programa de ahorro de electricidad de la provincia,