Un documento publicado en Internet por un grupo de resistencia informática contra el régimen impuesto en Ucrania confirma la complicidad en una provocación contra Rusia de la comisión investigadora europea sobre el avión malasio derribado en Donetsk.
El portal CiberBerkut culpa a las Fuerzas Armadas ucranianas de derribar en julio el Boeing 777 con 298 pasajeros y publica un documento secreto firmado por el jefe de las tropas de Defensa Aérea de ese país, I.B. Zorin.
CiberBerkut incluye la copia del texto de fecha 7 de agosto de 2014 y número de registro 116/5/8142 en el que se afirma que la comisión investigadora del crimen tiene una «actitud especial» hacia el proceso de pesquisas, así como hacia el Ejército ucraniano.
Denuncia el grupo de ciberresistencia que los gobernantes ucranianos reciben en secreto los materiales de la comisión, entre los que figuran fotos de los fragmentos del cohete hallado entre los restos de la nave en el lugar del asesinato múltiple.
«Declaramos que la junta criminal está preparando una provocación a gran escala», denuncia el sitio web, y advierte que mientras la comisión elabora otro informe, el Ministerio de Defensa de Kiev pretende transferir a Moscú la responsabilidad por el delito cometido.
La víspera, una fuente militar rusa sostuvo que el jefe del Servicio de Seguridad ucraniano, Valentín Naliváichenko, implicó a Kiev al revelar que sus tropas poseen el sistema coheteril con el que supuestamente fue derribado el avión malasio de pasajeros.
Naliváichenko afirmó en el canal 5 ucraniano que las fuerzas bajo su mando ya tienen establecidas las causas de la caída del avión, y aseguró que fue un misil del tipo Buk-M entregado por militares rusos a los milicianos.
Sin embargo, un portavoz del Estado Mayor de la Marina de Guerra de Rusia, al que la agencia Novosti no identificó, descartó que las Fuerzas Armadas de su país posean estos complejos coheteriles.
Al jefe de los servicios de inteligencia ucraniana se le escapó el hecho de que los misiles Buk-M modernizados están en el servicio del mismo Ejército de Ucrania, advirtió la fuente al aclarar que en Rusia no existe tal definición para los complejos Buk.
Rusia tiene Buk-M1-2 y Buk-M2, que son diferentes, explicó el oficial del Estado Mayor de la Armada.
Las respuestas confusas e incoherentes de Naliváichenko no dejan dudas de que el plan mencionado por él no fue diseñado en el propio Servicio de Seguridad de Ucrania, sino fue llevado por mentores occidentales, denunció la fuente.
El representante del Estado Mayor de la Armada recordó que una semana después de la tragedia, un miembro de la inteligencia de Ucrania «filtró» que ese día el Regimiento 156 de misiles antiaéreos, que dispone de los Buk modernizados, llevó a cabo el disparo no autorizado.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, general mayor Igor Konashenkov, denunció que Ucrania incumplió las normas internacionales en la investigación sobre el avión siniestrado.
Resulta sorprendente que en violación de las normas internacionales, en las pesquisas fueran empleados los flamantes investigadores del Servicio de Seguridad ucraniano y no expertos calificados, deploró el oficial.
Konashenkov criticó la actitud de los jefes de la operación represiva de las tropas al servicio de Kiev contra la población del sureste, quienes hicieron todo lo posible para impedir las tareas de la comisión de expertos internacionales en el lugar del crimen.
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