El asaltante del Moncada Ramiro Valdés Menéndez, Comandante de la Revolución, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba y vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, abordó en las palabras de resumen del acto central nacional por el 61 aniversario de los sucesos del 26 de julio, la situación de oprobio imperante en Cuba en 1953, cuando los jóvenes de la Generación del Centenario de José Martí decidieron lanzarse a la insurrección armada para redimir la patria.
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Valdés Menéndez evocó la ardua historia de luchas para conquistar el triunfo, alcanzado el primero de enero de 1959, y los duros años que siguieron para traer la Revolución triunfante hasta este presente de trabajo y de victoria, cuando esa lucha se libra en otros frentes, con las miras puestas en alcanzar el desarrollo del país.
Valdés Menéndez expresó su satisfacción y orgullo por ser oriundo de Artemisa, el lugar de la isla que más héroes y mártires aportó en aquella histórica Mañana de la Santa Ana, y que ha dicho presente en todas las tareas, grandes y pequeñas que ha requerido de su pueblo la gloriosa Revolución cubana.
Ramiro en su discurso también se refirió a las batallas cotidianas por cumplir lo establecido en el programa de desarrollo, basado en el cumplimiento de lo establecido por los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución aprobados en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, y de cuya aplicación Artemisa es ejemplo junto a otros territorios del país.
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