La guerrilla de las FARC-EP criticó este viernes en La Habana el doble discurso del Gobierno colombiano con relación al proceso de paz, pues éste contempla una agenda de guerra marcada además por el intervencionismo y apoyo de Estados Unidos.
Así lo expresó la delegación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) que desde hace 15 meses realiza conversaciones de paz en La Habana con el Ejecutivo del presidente, Juan Manuel Santos, para poner fin a un conflicto armado de más de medio siglo.
Está claro que el gobierno maneja un doble discurso, con dos agendas diferentes para la conducción de los destinos del país. Aparte de la Agenda de paz de La Habana, la agenda de guerra se sigue urdiendo en conciliábulos oscuros con el gobierno de los Estados Unidos, denunció la guerrilla.
Mientras se habla de pos conflicto, aparte de mantener las altas cifras del gasto militar, se pide más apoyo para incrementar la guerra, concretamente buscando nuevos subsidios para el denominado Plan Espada de Honor 2 que ilusamente apunta al aniquilamiento de Bloques guerrilleros de las FARC-EP, agregó la insurgencia.
En ese sentido, las FARC-EP criticaron «el siniestro rostro de la Alianza geopolítica entre Washington y Bogotá, vuelta a mostrar tras la difusión de la agenda del ministro de Defensa colombiano, Juan Carlos Pinzón, con motivo de su participación en el Diálogo de Alto Nivel con la CIA y el Departamento de Estado norteamericano».
Denunciaron que en contravía de todo lo que se debate hoy en La Habana (como la solución al tema de las drogas ilícitas), en la agenda extraviada de Pinzón aparece, como punto esencial, el componente de lucha contra el narcotráfico dentro del esquema de las campañas militares contrainsurgentes, incluido el intervencionismo de Washington.
Las FARC-EP expresaron que «en el tratamiento de la paz, el gobierno colombiano y su ministerio de guerra, deben abandonar la ambigüedad, pero además deben dejar atrás -en la coyuntura internacional- la hipocresía de la diplomacia del buen vecino y actuar con transparencia».
Al respecto, manifestaron que «no es correcto que se siga maquinando, ya no sólo desde Bogotá, sino también desde Washington contra un país que como Venezuela, ha acompañado con empeño y desinteresadamente el proceso paz, poniendo todo de su parte para que se logre la reconciliación de los colombianos».
¿Cómo se entiende, dijo la guerrilla, que mientras la cancillería hace reuniones de cooperación con autoridades venezolanas, de manera oculta se pida a Washington apoyo para aumentar la capacidad de acción de las fuerzas militares con la descabellada tesis de que podría presentarse en el futuro un escenario de confrontación con Venezuela o Nicaragua?
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