El intelectual francoespañol Ignacio Ramonet, autor de la célebre entrevista «Cien horas con Fidel» fue nombrado miembro de honor de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
Tal distinción la recibió el exdirector de Le Monde Diplomatic tras presentar aquí su libro «Mi primera vida», una biografía de más de 600 páginas del desaparecido líder venezolano Hugo Chávez.
El reconocido politólogo y periodista calificó de entrañable el reconocimiento, por venir del pueblo de Cuba, cuya historia le ha fascinado desde que era niño y vivía en su natal Marruecos.
«Le tengo mucho cariño a este país, a la Revolución y a Fidel», dijo refiriéndose a Fidel Castro, líder histórico de la Revolución cubana, a quien retrató en varios tomos de una memorable entrevista.
Agregó que ninguna Revolución como esta ha sabido estructurar tan bien su proyecto político con la cultura, por eso se siente honrado de pertenecer a la organización cubana.
El pasado lunes, día en que Chávez hubiera cumplido 60 años de edad, Ramonet presentó en esta capital la edición cubana de Mi primera vida, resultado de largas conversiones con el líder bolivariano.
«Estoy seguro que Chávez estaría feliz de que se haya hecho esta edición en Cuba», aseguró entonces Ramonet, quien resumió casi tres años y 200 horas de conversaciones en un libro cuyo protagonista leyó y aprobó antes de morir, el 5 de marzo de 2013.
La enfermedad de Chávez frustró la presentación del texto el 10 de enero de 2013, como estaba previsto y cuando «todos pensábamos que tenía muchos años por delante», reconoció Ramonet.
«Chávez fue un hombre tremendamente culto, apasionado por la lectura, pero dominaba además muchos referentes culturales que lo distanciaban del teórico frío y distante», aseguró el autor.
El texto profundiza en la niñez, adolescencia y juventud de Chávez, «una infancia modesta como pocos presidentes han tenido», comentó Ramonet, quien destacó además la cultura del líder.
«Quise que el lector escuchara la voz de Chávez, que además de ser alguien instruido, poseía un dominio de los referentes populares que lo hacían tremendamente humano», señaló el escritor.
Afirmó que el recordado Comandante presidente era un hombre muy práctico pero con una sensibilidad artística rara vez vista en la política, con un talento creativo que lo hacían un gran comunicador.
Al preguntarle si planeaba dedicarle otras 100 horas a alguien más, Ramonet lo negó rotundamente pues considera que «no abundan las personalidades como Fidel o Chávez».
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