La venta y la reventa de cervezas en las fiestas populares tienen más de un precio y más de una lectura.Que en las narices de todos, en plena Carretera Central y en medio del Santiago Espirituano, una carpa azul particular expenda la Cristal a 30 pesos solo por el esfuerzo de cruzar de la acera del Ditú a la del frente, hasta su quiosco, no es especulación; es oferta y demanda. Que ninguno —o casi ninguno— de los puntos por cuenta propia que (re)vendieron cervezas y refrescos al por mayor haya tenido al menos una mesa con dos sillas y un plato de comida para apuntalar la patente de paladar tampoco es delito; es desparpajo.
Parece que en tiempos de carnaval casi todo está permitido: desde vender café en una esquina junto con refresco de lata como si fuese una cafetería hasta improvisar un paladar sin que brinde otro servicio gastronómico que varias Bucaneros y maltas y Caciques en venta. Pero es legal, únicamente porque quienes comercializaron esos productos debieron tener, como mínimo, patente que los acreditara como elaboradores vendedores de alimentos y bebidas mediante servicio gastronómico (paladares); elaboradores vendedores de alimentos y bebidas en puntos fijos de venta (cafeterías); elaboradores vendedores de alimentos y bebidas no alcohólicas de forma ambulatoria o como dueños de cafeterías de alimentos ligeros.
Se supone… Al menos son esas las únicas actividades, de las descritas en la Gaceta Oficial extraordinaria del 26 de septiembre del 2013, que pudiesen ajustarse a tales comercios. Lo precisa Gustavo Alcántara Benítez, subdirector de Empleo de la Dirección Provincial de Trabajo y Seguridad Social, quien advierte, además, que no todo el que lo desee puede ejercer estos oficios. “Menos el paladar, el resto de las patentes de las actividades mencionadas solo se otorga si se autorizan por la autoridad facultada, es decir, el Consejo de la Administración Municipal. La legalización de ellas está restringida, pues se priorizan los centros estatales”.
No arriesgo mi mano en la candela para sostener que todos los que vendieron esos productos tenían licencias. Creo, eso sí, que el certifico de contribuyentes solo los ampara, en este caso, para legalizar sin pudor alguno la ilegalidad. Como si quienes otorgan los permisos para las ventas en los carnavales no supieran que pocos arman un restaurante particular en la calle, que las cervezas y los refrescos enlatados son tan industriales como las máquinas de afeitar y que no hay otro modo de adquirirlos que no sea en el mercado minorista de todos.
Autorizarlo es algo así como dejar conscientemente la llave en la puerta de la casa y permitir que quien quiera entre a servirse. Es poner en bandeja de plata los recursos estatales para que engorden el bolsillo de unos pocos, como sucedió. Y era de esperar lo de siempre: cervezas, refrescos y maltas encarecidos a falta de su existencia en los puntos del Comercio y la Gastronomía o de la red en divisa.
Varios espirituanos que lo padecieron lo confirmaron a Escambray: cajas y cajas de cerveza vendidas a particulares —probablemente contubernio y ganancias mediante—, saqueo a los puntos estatales y ninguna otra oferta que la malta a 20 pesos.
No obstante, según autoridades gubernamentales del municipio, los puntos de la Gastronomía estatal en moneda nacional no sufrieron el desabastecimiento. Al decir de Hubelexy Gómez Gómez, vicepresidente de Bienes y consumo de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Sancti Spíritus, “toda la cerveza que entró a esta provincia se dedicó al carnaval. Se contaba con 3 000 cajas de cerveza, díganse Cacique y Mayabe, además de que cuando comenzó el carnaval teníamos 700 hectolitros de cerveza a granel y fueron entrando alrededor de 400 hectolitros diariamente, lo que nos daba una cobertura de alrededor de 600 hectolitros diarios para el carnaval. No hay un punto de la Gastronomía ni de la EPESS que no tuviera en su lugar la cerveza dispensada, la de lata y el comestible necesario para cualquiera que pudiera adquirirlo allí”.
Tanta cerveza hubo en los carnavales que no dio abasto a venderse. Así asegura Ariel Fernández Martínez, director del Grupo Empresarial Comercio Sancti Spíritus: “La cerveza de botella en los restaurantes no faltó. La Cacique y la Mayabe puedo decir que sobró, porque hoy a la EPESS, a la Emapa y a Comercio les quedó cerveza. Comercio tuvo que montar ocho puntos en la calle, aparte de sus cinco mercados, para lograr vender el nivel de cerveza que había entrado”.
Si los expertos aseguran que había cerveza hasta para repugnarse; si a los mercados estatales, donde supuestamente también deben adquirirla los cuentapropistas, solo entró el 10 por ciento de toda la cerveza existente; si los refrescos no faltaron en los establecimientos en moneda nacional… ¿quienes los pagaron a 15 pesos fue por puro masoquismo? ¿A los puntos particulares los abastece directamente Bucaneros S.A.?
Es culpa de la oferta y la demanda, reiteran una y otra vez los entendidos, asidos a ese eslogan que solo viene a solapar el desentendimiento estatal. Porque tanto pueden adulterarse los precios que ni se multa por eso, aunque el consumidor quede absolutamente desprotegido.
Solo 16 multas se impusieron por el Decreto-Ley No. 227 del Ministerio de Finanzas y Precios que regula la protección a los clientes. Según Eduardo Beltrán Martínez, director en funciones de la Dirección Integral de Supervisión, “los decretos aplicados fueron por violación en la calidad y el precio de la cerveza de termo. El pomo de 1 500 mililitros que costaba unos 6 pesos se estaba vendiendo a 9 pesos”.
Pero nadie, ni las comisiones gubernamentales que supervisaban los carnavales ni inspector alguno creyeron ilegal que existieran esas carpas callejeras atestadas de cervezas a sobreprecio y sin una hornilla eléctrica siquiera para disimular el supuesto paladar. La estafa, al parecer, no necesita fachadas. Puede que me equivoque, pero es igual que tener las zapatillas Adidas en maletines y exhibir delantales en el portal.
Timbirichi (éxito de Toni Avila) si analizamos ese tema pues dará al traste que el Cubano ha quedado para la reventa, de eso vive casi todo el mundo compra aquí y revende allá y estamos hablando de TODO, cuando vamos a dejar de parecer una sociedad del medioevo lleno de mercaduchos y puestos mediocres y faltos de higiene.?
Amigos en los carnavales o fiestas populares de Santa Clara la mandaron al maíz como se dice con el tema de la venta de Cerveza dispensada, por el tema del cólera no dejaron vender dispensada en los vasos de cristal (Botellas Picadas) y ahí se agarraron los vendedores y te vendían la cerveza en unos vasitos supuesta mente desechables que no llegaban ni a los 280 mili litros, recuden que el valor de una cerveza dispensada es de 6 pesos por 350 ml, es decir que le estaban ganando a cada jarra aproximadamente 70 ml que representa 1.20 $, si un tonel tiene 144 jarras, entonces por cada tonel le ganan 173 $, negocio redondo.
Hace unos días estuve de vacaciones en la playa La boca (Municipio Trinidad) ahí si el descaro es mas grande todavía, te venden un visito de 200 ml en 5 pesos saquen ustedes sus propias conclusiones
Creo que debemos reflexionar en lo expresado por davisman y que si el sector estatal no funciono como se necesitaba no es nada malo que los Cuenta Propia hayan realizado muchas ventas que no nosotros no somos capaces de hacer, no tengamos miedo a la competencia…lo que si es malo es el inmovilismo, los teques y la incompetencia
A ver vamos a ver. La cerveza no es una necesidad basica ni un derecho. La cerveza se vendia a 30 pesos porque MUCHOS LA PAGABAN. Lo demas es irrelevante.
El mayor problema es que el ciudadano de a pie se a acostumbrado a pagar lo que sea por lo que sea sin pararse a medir el valor real del producto y el placer que le proporciona o la necesidad que le resuelve.
Si fuese asi, la cerveza estaria a dos pesos. Si la gran mayoria decidiera no comprarse una cerveza a mas de dos pesos, pues lo que la venden (estado y particulares) tendrian que o bajarle el precio o tomarsela.
El que la ciudadania acepte Y PAGUE precios tan exhuberantes por productos absolutamente innecesarios es solo un reflejo de la perdida del valor del trabajo y de lo facil que muchos reciben dinero que viene regalado desde el extranjero.
A fin de cuentas, que me importaria pagar $30 por una cerveza si mi tio se parte la espalda haciendo horas extras en una factoria de Hialeah pero me manda $500 todos los meses para «especular». Asi $30 pesos por una cerveza no son nada.
Cuando leo articulos como este me retuerzo de la rabia, no es que esten revendiendo solamente, solo vemos el punto mas pequeno, la cuestion es mas complicada, si el estado garantizara la existencia de todos los productos, nadie puede revender; pues este fenomeno es propio de la carencia de todo en Cuba, tambien de que no exista el comercio mayorista a precios diferenciados para los incipientes comerciantes, en Cuba se juega al comercio sin conocer sus leyes ni aforismos, en tanto menos el ABC del mismo, no es que los trabajadores por cuenta propia las tengan todas, pues a mi entender siempre existe el odio a quien trabaja por su cuenta y pretende hacer unos pesitos de mas, que no danan a nadie si son bien habidos, existen tantos problemas en la Cuba de hoy, que no creo que ni la tan anunciada politica economica de Cuba ni los cambios acaecidos resolveran; pues los cambios van desde la raiz, y esta esta en la mente de muchos, y si esta no cambia sinceramente pues las casos seguiran empeorando, llamenlo como lo llamen no hay nada mas perecido al neoliberalismo socialista que lo que esta sucediendo en Cuba, hasta cuando el miedo a los propios cubanos, la realidad es una HAY QUE CAMBIAR, PERO DE VERDAD; lo demas es demagogia y entretenimiento para los ‘ entretenidos’; maquillajes solo maquillajes, nada mejora, nada avanza y todo se estanca, y no es el bloqueo de los E.U. el unico que hace dano, existen en Cuba muchos bloqueadores y estos si son cubanos. Espero que mas temprano que tarde mi querida Cuba cambie para el bien de todos.
Hola , no me encuentro en el país, pero desde hace unos años el carnaval se ha convertido en un negocio cerrado para la aquellos que quieren hacer del pueblo su punto de ganancia y utilizan cualquier vía para enriquecerse , hace un año en el anterior carnaval la cerveza se vendía a precio cerrado, es decir te decían que no tenían cambio y tenías que dejar esos dos pesos cubanos, que al final ustedes deben saber cuanta ganancia tenían esos vendedores ; por otro lado la dispensada famosa de 5 pesos algo parecido , los vendedores se turnaban la venta de los toneles y decía estos son míos y estos de aquél teniendo en cuanta lo que ganaría cada uno y que no era poco , pero eso no basta para enriquecerse y les hago una anécdota , llegué a uno de ellos y le pedí dos cervezas (para mi y mi esposa) en vasos reciclables y asombro el mío cuando aquel susodicho tomó de una botella plástica y me sirvió en los vasos y después los rellenó con la del tonel , ante tanto asombro mío le reclamé y me dijo que el no podía perder esa cerveza pues al final le faltaba dinero ; que falta de respeto a un ser humano , final de la historia no tomé nada y el resto del carnaval la pasé fatal, pues esto se daba en cada lugar donde llegabas . Me pregunto ¿ Es una enfermedad o es un desparpajo que no se puede controlar?. La respuesta, es que no se quiere controlar pues de eso se mojan muchas personas; de ahí que muchas personas en la calle digan que es mas importante (sin demeritar) tener un novio o esposo cantinero que ingeniero ( rectifico vendedor de dispensada pues cantinero es una palabra mayor totalmente alejada de la anterior )