El afamado escritor y pintor mexicano ya descansa definitivamente en el poblado espirituano de Guayos
El regreso del vagabundo del alba (+fotos)
Tras una búsqueda de sus restos mortales en la necrópolis habanera de Colón y la posterior identificación por el especialista en Medicina Legal Ercilio Vento, Fayad Jamís descansa en un panteón del cementerio local de Guayos, pueblo donde el autor de Brújula vivió parte de su infancia y juventud.
“Aunque no sé si él lo escogió de esa manera, me parece bien que descanse aquí, porque en La Habana estaba abandonado y es mejor que esté en un lugar donde lo quieren”, señaló en entrevista exclusiva a Escambray su hija Rauda Jamís, junto al pueblo que acoge a su padre como hijo ilustre.
Familiares, artistas y autoridades del territorio participaron en la ceremonia solemne que le ofrendó un último adiós en la mañana de este jueves. “Para él Guayos era un pueblito especial. Cuando hablaba a veces eran cuentos tristes pero divertidos. Digamos que las cosas aquí no siempre fueron fáciles, pero se reía de lo que había vivido y lo recordaba con cariño”, rememoró Rauda.
Enterrado en una bóveda del Sindicato de Artes y Espectáculos, en la Necrópolis de Colón, familiares de Fayad Jamís manifestaron el deseo en 2013 de trasladar sus restos al poblado espirituano. “La tumba estaba destrozada, habían transferido los restos y no se sabía cuáles eran”, explicó la hija.
Desaparecido físicamente hace 26 años y luego de un trabajo del espeleólogo y especialista de Segundo Grado en Medicina Legal Ercilio Vento Canosa, pudo concretarse la identificación. “Me siento tranquila, fue muy difícil para todo el mundo, porque atravesamos el Atlántico en tres generaciones y fue difícil tanta separación. Pienso que a él sí le hubiese gustado descansar en Guayos”, manifestó Rauda Jamís a este órgano.
Durante el acto solemne, el poeta Esbértido Rosendi Cancio compartió con los presentes varias anécdotas del Vagabundo del Alba; además, en la guardia de honor participaron otros intelectuales como Alpidio Alonso y Edel Morales, vicepresidente del Instituto Cubano del Libro.
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