José Carlos sueña en grande

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Uno de los principales talentos del béisbol espirituano se empeña en integrar la nómina de los Gallos para la venidera Serie Nacional

Desde sus años juveniles, José Carlos González mostró las credenciales que hoy lo acompañan y lo señalan como uno de los principales talentos del béisbol espirituano.

Lo acaba de demostrar en el Primer Campeonato Nacional Sub- 23, donde lideró la ofensiva espirituana y se inscribió entre los primeros del torneo al comandar en hits conectados (36), terminar con el octavo mejor average (371) y como quinto anotador de carreras (20).

“Eso fue debido a la preparación que hicimos. Desde que se acabó la Serie Nacional pasada, nos concentramos los posibles integrantes del equipo Sub-23 y durante cuatro meses estuvimos entrenando fuerte para pulir los errores que teníamos en el bateo y la defensa.

“Tal desempeño no me lo esperaba porque no empecé muy bien y, además, perdimos cinco partidos seguidos; pero los entrenadores realizaron un buen trabajo de bateo hacia el centro del terreno, de seleccionar los lanzamientos para hacer una conexión buena y entonces se vio el resultado, no solo mío, sino del equipo, que levantó presión al final”.

Con un aval en las filas juveniles, donde integró más de una preselección nacional y obtuvo medalla de bronce en un Campeonato Mundial 15-16 años, al fomentense le tocaba el liderazgo.

“Sabía que tenía esa responsabilidad por ser el tercer bate del conjunto, pero la asumí tranquilo, sin presión, ni nerviosismo; traté de hacer las cosas bien, sobre todo cuando tenía corredores en posición anotadora. El nivel de los lanzadores en esta Serie fue bueno, con pitchers que han tenido participación en Series Nacionales y, por supuesto, se nos hacían difíciles”.

Contrario a lo que suponen algunos detractores, el torneo le vino como anillo al dedo al muchacho.

“Creo que la fecha escogida para el certamen está bien, es el verano, no hay otras competencias, por tanto pienso que no debe efectuarse junto con la Serie Nacional porque no cumple objetivo, la población siempre iría a ver al equipo principal y al Sub-23 como que lo pueden tirar a un lado”.

Luego de un debut nada feliz con los Gallos el pasado año con apenas 226 de average, José Carlos tenía la deuda de un buen desempeño para llamar la atención de los entendidos en busca de compromisos más serios. A su favor tiene, además de la condición de zurdo, su versatilidad para jugar en diferentes posiciones.

“Como novato al fin, uno se siente más presionado, eso no pude evitarlo el año pasado, pero después el camino te va dando la confianza para que no sucedan esas cosas; pienso que este año tenga un poco más de oportunidades en el equipo.

“En la Serie Sub-23 jugué en el jardín izquierdo, en la provincial jugué los tres jardines y ahora en los entrenamientos he estado en el izquierdo y en primera, y eso es bueno porque te desarrollas en otras posiciones”.

José Carlos carga sobre sus hombros otro reto: quedar bien con su tío Alexander Álvarez, el director técnico del equipo de baloncesto femenino, quien le vio más fibra para el bate que para un tabloncillo cuando tenía nueve años.

“No es que me presione cuando él está, es que quiero hacer las cosas mejor, mi tío fue quien me llevó al estadio de Fomento con el entrenador Carlos. Ya en el equipo 13-14 años pasé a la EIDE y le agradezco mi formación a muchos entrenadores como Kiki, Pedro Marín, y al ya fallecido Carlos Repello”.

¿Sientes que te toca iniciar otra generación de Gallos?

Sí, por eso estamos entrenando duro y esperando la oportunidad. Pienso que este año el equipo tenga una buena actuación, los entrenadores están trabajando sobre esa base, se ve entusiasmo, unión, y eso es importante”.

Aspiras a desempeñarte en posiciones donde juegan “murallas” como Yunier Mendoza y Frederich Cepeda.

Les tengo mucho respeto, son dos compañeros que tienen gran responsabilidad en el equipo, pero para ganarse las cosas hay que hacerlas muy bien y espero que esa oportunidad se me dé algún día, pero primero pienso en hacer equipo y terminar jugando regular donde me pongan.

Ah, debo añadir que ahora en la Sub-23 cogí el número 24. Es el de Cepeda, a quien admiro mucho y me gustaría algún día parecerme a él con el bate en la mano.