El secretario norteamericano de Estado, John Kerry, aprovechó una visita al Vaticano para arremeter contra Cuba.
Según declaró, durante un diálogo con el jefe de la diplomacia de esa institución, Pietro Parolin, abogó por alcanzar el respeto de los derechos humanos y las libertades en la isla.
Ese tema, de acuerdo a su propia versión, fue uno de los que trató en Roma con el canciller de la Santa Sede, pero medios enemigos de Cuba, como el Nuevo Herald lo glorificaron.
Además le solicitó a Parolin transmitir al papa Francisco un mensaje muy discutible: que Obama y él defienden llevar al centro de la agenda mundial “la pobreza en el planeta”.
“También hablamos de Cuba y sobre la necesidad de mantener allí el respeto a la libertad religiosa”, expresó Kerry al terminar la conversación en declaraciones divulgadas por el Departamento de Estado.
En Roma se filtró, además, que el visitante impuso a su anfitrión el tema Alan Gross, supuesto contratista norteamericano detenido en La Habana por sus demostradas acciones subversivas.
“Saqué el tema Gross y su cautiverio, y esperamos, en gran medida que pueda haber asistencia con respecto a este asunto”, dijo Kerry al mencionarlo como parte del diálogo.
Pero, en lugar de acertar, lo sorprendió un fuerte tropezón político. ¿Motivo? El siguiente:
Cuando la Santa Sede informó lo acontecido, no hizo ni la más mínima referencia al caso del “contratista” de Kerry.
Hasta el actual Secretario de Estado ha sido victima de los más feroces propagandistas que desde Washington y Miami han tergiversado la situación de la isla.
El 12 de junio de 2011 un cable de la británica Reuters informó que en el Congreso de Washington estalló una trifulca entre Ileana Ros-Lehtinen y John Kerry.
¿Fondo de la disputa? El senador demócrata Kerry había logrado posponer la autorización de otros 20 millones de dólares con destino al nebuloso programa “para la democracia en Cuba”.
Antes, ese plan se vio estremecido en Miami y otras plazas debido a escándalos relacionados con tales fondos del gobierno estadounidense.
El propio Kerry cuestionó entonces la seriedad y eficiencia de esas viejas intenciones vinculadas al pretexto de llevar la democracia y los derechos humanos a La Habana.
Por aquellos días, la republicana Ros-Lehtinen acusó en público a su homólogo en el Senado, Kerry, de no comprender “la naturaleza brutal de la tiranía cubana”.
Ella, jefa del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara Baja, criticó a este senador demócrata por frenar la entrega de aquellos 20 millones de dólares.
Después Ileana recordó lo dicho por el Secretario de Estado en el sentido de que esos planes para promover la democracia en Cuba llevaron a que La Habana detuviera y encarcelara al ciudadano estadounidense Alan Gross.
Un día antes del sermón de Kerry que pretendió crucificar a Cuba en el Vaticano, se informó que en un colegio estadounidense, Berrendo, situado en Roswell, Nuevo México, un alumno de 12 años produjo un inesperado tiroteo.
Lo hizo en un plantel que tiene alrededor de 500 estudiantes y profesores, entre los cuales un maestro y dos alumnos resultaron heridos de bala y muchos traumatizados emocionalmente.
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