Las formas estereotipadas de cultura que se importan desde el exterior inciden en la población cubana actual.
Cuba poco a poco va escribiéndose con K. No es cuestión de un común error ortográfico o de la última norma del idioma, tampoco una iniciativa del reguetonero de turno o de un hallazgo arqueológico que así lo demostró. Cuba va escribiéndose con K porque su identidad está difusa, mareada, raptada por una industria cultural extranjera que conoce muy bien sus objetivos.
Esa industria llega cada día en memorias flash y en discos compactos, prácticamente asalta cada hogar y ocupa la mente de las personas. Y en ese proceso olvidamos quiénes somos y hacia qué rumbo nos dirigimos.
¿Por qué es más divertida Dora la exploradora que Elpidio Valdés? ¿Por qué las chicas se empeñan en lucir botines a la altura de la rodilla en pleno verano? ¿Por qué cada día cambia el paradigma estético y la auténtica mujer de América Latina aparece menos en los concursos de belleza del continente?
Cuba ha acogido como propio un fenómeno que le llega exportado. Ya sea en cine, televisión, producción musical, fotográfica, plástica, se nos vende una imagen estereotipada y banal de esa “sociedad ideal”, un sueño que solo funciona en los medios y apenas es un mero camuflaje. El objetivo de esta industria no es producir cultura, en todo caso engendrar necesidades, estilos de vida consumistas capaces de mantener el sistema mediante la enajenación o la vivencia de historias que nada tienen que ver con nosotros.
Pero, ¿por qué muchos quieren parecerse exactamente a lo que ven en los medios? Hoy un grupo cada vez más creciente de la población cubana consume varios programas extranjeros de la llamada tele-basura. Caso cerrado, Belleza Latina y La Academia desfilan sin comparación por los hogares cubanos, incapaces de mostrar algo que aporte a la formación de sus audiencias e implantando valores ajenos a lo cubano y lo latinoamericano. Es frente a esos televisores donde Cuba comienza a escribirse con K, y ojalá no sea esta una visión apocalíptica.
Así, entre autos de lujo, best sellers que no lo son tanto, series incongruentes y adaptadas a los momentos, perdemos a la Cecilia de Villaverde, al Negro Bembón de Guillén o al Diego amante de un buen helado en Coppelia, personajes casi extranjeros en su propio país.
No se trata de rechazar todo lo ajeno y crucificarlo, tampoco de encerrarnos en una burbuja solamente con nuestras producciones. El éxito debe estar en la medida, en rescatar una identidad nacional —que no significa politiquería barata— necesitada de no ceder frente a los mecanismos hegemónicos de control cultural, a esa degradación de la cultura en industria de la diversión.
Es verdad también que las ofertas de calidad en nuestra televisión escasean y que esos otros entretenimientos vienen muchas veces envueltos en una buena factura, pero son solo eso, envolturas. Debajo se esconden productos banales, reiterativos, comerciales, llenos de bajezas y consumismo. No decimos con esto que censure usted a su televisor y rompa su memoria USB. No. Solo le recordamos que en una jueza con dotes actorales no cabe el mundo y que a veces es bueno salir de esa industria que, aunque no quiera, siempre se queda callada.
Los autores, Dayenis López Rodríguez y Yunier Sifonte Díaz, son estudiantes de Periodismo en la Universidad Central de Las Villas.
La TV debe ofrecer una programación más agradables, películas, seriales, humorísticos. Pero no a partir de las 11 de la noche cuando ya es hora de dornir. Si ves una novela extrangera, se te quitan las ganas de ver las cubanas si es que alguién tiene ganas. El musical «A puro corazón» o mejor a puro pulmón, sin que nadie se ponga bravo pefecto para dormir.
interesante artículo y muy veraz desde ciertos puntos de vista, igual, toca preguntarse qué cultura estamos produciendo desde adentro, qué tipo de programación nos ofrece la TV cubana… concuerdo con las conclusiones de Jose Luis, qué pasa con la identidad cubana que cada vez más jóvenes quieren «imitar» otros patrones… dejemos de criticar lo ajeno y autoreflexiones desde las dificultades en las que vivimos…
Lo que quieren decir la mayoría de los foristas a estos jóvenes, es que en la vida tiene que haber lugar y tiempo para todo, incluyendo la criticada “banalidad”. Hoy todos vivimos con las preocupaciones normales del día a día de la vida y se hace casi imprescindible “desconectar” de la realidad aunque sea un par de horas en la noche antes de ir a la cama y aquí juega un papel terapéutico importante la televisión llamada “banal” sin un mensaje más allá que el puro entretenimiento. En cuanto a la identidad nacional, cada cual sabe cuidar la suya, la televisión al igual que casi todo en estos tiempos, es universal, y por citar un ejemplo, las telenovelas mexicanas se traducen a infinidad de idiomas y se transmiten hasta en Rusia y en China.
Que se trasmitan en Rusia, en China o en La Conchinchina no las libra de ser de pésimo gusto y altamente enajenantes. Ahora, que usted -como consumidor que es- está en todo su derecho a enajenarse, también es cierto. Disfrútelas, pero no nos diga que hacen falta para vivir, por favor.
Si usted quiere vivir su vida mirando todo el tiempo programacion de contenido profundo y con mensaje social tambien esta en todo su derecho, esto tambien es enajenante.
Excelente comentario de los estudiantes. Lamentables los comentarios de los foristas, que demuestran la veracidad de la tesis del artículo: la industria cultural multiplica por cero la capacidad de raciocinio, de consumir críticamente los productos audiovisuales. De seguro quienes agreden con tanto irrespeto a estos jóvenes, se creen en serio que la Doctora Polo y la Belleza Latina son los paradigmas del buen gusto estético.
Tampoco se trata de que la tv cubana esté viento en popa, de hecho, programas nacionales como Piso 6 y hasta Lucas últimamente están haciendo gala de una banalidad espantosa, o realmente alguien se cree que Los Ángeles y SMS son productos auténticos? En fin, que alabo el criterio de los jóvenes con la misma vehemencia con que critico la reciente liviandad de la televisión cubana. Pero es lo que dicen también los foristas: para gustos…
Totalmente de acuerdo con usted Lucía.
por favor estudiantes en la vida existe la libertad y ustedes conocen esa palabra . Cuando la aprendan no van escribir cosas como estas y menos se la van a publicar. Hay muchas cosas mas importante que deben mirar y hacer un periodismo cientifico.
Por favor, a estas alturas con semejante teque, vivan la realidad muchachos.
MUY BUENAS INTENCIONES LAS DE ESTOS ESTUDIANTES QUERIENDO DEFENDER NUESTRA CULTURA Y NUESTRA IDENTIDAD. PERO USAN UN DISCURSO DE HACE MAS DE 20 ANOS. YO QUISIERA VER COMO VISTEN Y QUE CONSUMEN CULTURALMENTE Dayenis López Rodríguez y Yunier Sifonte Díaz AUTORES DEL ARTICULO.
EL MUNDO CAMBIO Y HAY QUE CAMBIAR CON EL. YO HE TENDIO LA OPORTUNIDAD DE VOJAR A VARIOS PAISES POR MI TRABAJO Y ASI ES EN LE MUNDO ENTERO.
NUESTRA TELEVISION NO SIRVE. QUE PELICULAS HAY EN LOS CINES. QUE TEATRO, QUE DANZA. NADA
LAS PERSONAS Y SI SON JOVENES MAS, NECESITAN DISTRAERSE. EL DIA Y CON ELLA LA VIDA SE VA EN SU TERCERA PARTE TRABAJANDO Y LA OTRA TERCERA DURMIENDO . QUEDA UNA TERCEA PARTE PARA VIVIR DONDE ADEMAS TENEMSO QUE CUMPLIR MILES DE OBLIGACINES CON LA FAMILIA. SI MUERES A LOS 60 ANOS REALMENTE DISFRUTASTES DELA VIDA 4 0 5. SAQUEN LA CUENTA.
ENTONCES LA S MANIFESTACIONES CULTURALES DEBEN CONTRIBUIR A LA RECREACION, AL ESPARCIMIENTO Y NO SOLO A LA REFLEXION
CLARO ES MI MODESTA OPINION.
los papaloteros,,buen episodios ,,queremos verlo,,jaaaaa
jaja entonces que quieren que vean la mesa retonta con toda la pila de sandeces wue dicen,,,
El hecho de que una parte de la poblacion prefiera lo que ustedes llaman tele-basura nos hace llegar a varias concluciones:
-El nivel cultural de la poblacion ha disminuido
-La tv cubana no tiene nada mejor a cambio.
-La sociedad se democratiza y conviven diferentes gustos e inclinaciones
-La apreciacion estetica no se puede imponer por decreto.
-la gente esta cansada del mismo discurso y la intromision de la politica en cada aspecto de la vida.
Por ultimo veo la programacion de los canales norteamericano,leo el New York Time,hablo y escribo mayormente en ingles, vivo desde hace mucho en USA y no por eso he dejado de sentirme tan cubano y espirituano como ustedes..Cuando las premisas son falsas,las concluciones a que se llega tambien lo seran.El objetivo de la industria de entretenimiento en USA y en cualquier lugar del mundo,es el mismo de ETECSA..obtener una ganacia.Si al publico le da por el mnifiesto Comunista, pueden estar seguro que hasta pelicula le hacen..Por cierto fueron los capitalistas los que publicaron las Obras de Marx por que Engels les pago a las impresoras