Países latinoamericanos advirtieron este martes en Naciones Unidas que la crisis climática presente en el planeta es resultado de los patrones de producción y consumo impuestos por el capitalismo.
Bolivia, Cuba, Nicaragua y Venezuela señalaron en la Cumbre Climática celebrada este martes el impacto en la naturaleza y los seres humanos de un modelo calificado de insostenible e irracional, generador de daños ambientales, pobreza, hambre y exclusión social.
Además, exigieron que en las soluciones para esos problemas las naciones ricas asuman su responsabilidad histórica y apoyen con recursos financieros y transferencia tecnológica a las que han sido arrastradas hasta el actual escenario de aumento paulatino de las temperaturas y del nivel del mar.
En ese sentido, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, llamó a la comunidad internacional a cambiar el sistema capitalista imperante, como única manera de preservar la vida en la tierra.
«No podemos seguir bajo el amparo de un modelo de desarrollo que vulnera las condiciones de la vida humana y pone en peligro la existencia futura», afirmó.
Por su parte, el jefe de Estado de Bolivia, Evo Morales, defendió la búsqueda de un planeta en el cual en lugar de la excesiva ganancia se persiga la armonía con la madre tierra.
El mandatario, quien intervino a nombre del Grupo de los 77 más China, denunció que los países pobres son los que sufren de forma permanente las consecuencias del cambio climático y de otros males derivados del orden internacional imperante.
A su turno en el foro que reunión a más de 120 jefes de Estado y de Gobierno, el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, reiteró que el sistema de dominación económica capitalista genera la crisis ambiental global, incluyendo el cambio climático.
«¿Cómo hablar de sostenibilidad cuando las 85 personas más acaudaladas del planeta poseen el equivalente a los recursos económicos de los tres mil 570 millones de habitantes más pobres?», preguntó.
También el vicepresidente nicaragüense, Moisés Omar Halleslevens, criticó los modelos de producción y consumo causantes de inequidad, injusticia, hambre y pobreza.
Los países latinoamericanos que integran junto a otros la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América reclamaron en la Cumbre Climática la voluntad política de las naciones industrializadas para enfrentar las amenazas del calentamiento global.
Ahora esas potencias quieren alzar las banderas del ambientalismo para ganar dinero y hasta pretenden poner precio a las emisiones de gases de efecto invernadero, cuando los principales responsables carecen de la más mínima voluntad para acabar con los males, alertó Maduro.
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