Aun cuando restan compromisos contraídos en mandatos anteriores, Sancti Spíritus evidencia avances en la solución de planteamientos que dependen de inversiones.
Aunque el recorrido es el mismo, Alipio Iznaga Villa, presidente del Consejo Popular Banao, encuentra siempre cosas nuevas o tropieza con algún elector agradecido que ya no padece las consecuencias del bajo voltaje, tras una reciente inversión de la Empresa Eléctrica Provincial.
Sin embargo, quienes viven más alejados del centro del poblado lo abordan sin rodeos para hacer alusión al mal estado de los caminos, preocupación que anota junto a los planteamientos recogidos durante las reuniones de rendición de cuenta, al tiempo que busca cómo explicar a una vecina por qué los niños de la localidad no cuentan con un parque de recreación.
“Para ser justos, en los últimos tiempos se ha dado respuesta a problemas que databan de muchos años, entre ellas las grandes inversiones acometidas por la Empresa Eléctrica que resolvieron la mayoría de los casos de bajo voltaje que teníamos en esta localidad y, sobre todo, en otros asentamientos, además de que se repararon los principales viales, aunque faltan algunos caminos”, explica Alipio.
Si bien la mayoría de los electores está al tanto de que los delegados no manejan recursos, tampoco ignora que todavía hay cuadros administrativos que hacen oídos sordos a dificultades solubles, amén de las escaseces y los apuros actuales de la economía.
ESTRATEGIA A CORTO PLAZO
Según Lien Mora Beira, secretaria de la Asamblea Provincial del Poder Popular, los últimos meses están marcados por acciones alentadoras ya que, a partir de una estrategia que involucra y da mayor ocupación a la parte administrativa, se ha logrado resolver al cierre del mes de marzo 14 083 planteamientos, cifra que representa el 68,5 por ciento del total, y quedan pendientes de solución 6 177.
“Hemos implantado un sistema de trabajo que da seguimiento a los planteamientos cada mes en los consejos de la administración provincial y municipales. A partir de ese método se insiste también en los análisis profundos con las estructuras de Gobierno y empresariales sobre cada una de las quejas que tienen pendientes, se define en la fecha en la que se van a solucionar, además de las visitas a las comunidades, donde se personan las administraciones implicadas e incluso se le ofrecen explicaciones al elector que planteó el problema”, acotó la fuente.
Para este año el plan de acción pretende dar respuesta a cerca de 1 900 planteamientos, casi todos con inversiones incluidas, de ahí que mes tras mes se incumplan muchos de los compromisos.
“Dicho de otra manera —aclara Lien— se solucionan quejas que están fuera de la estrategia, sin tener en cuenta la planificación previa de la misma”.
Aun con sus fallas, esta forma de gestión de los órganos locales de Gobierno se perfilan como un buen intento para asumir compromisos con los electores de la provincia, quienes ven con beneplácito la solución de viejas peticiones como la terminal de ómnibus de Trinidad; la parada de trenes de Iguará; la instalación de teléfonos públicos en Aguada, Yaguajay; la electrificación de Jarao y Petronila, en Sancti Spíritus, y la eliminación de zonas de bajo voltaje en Cuatro Esquinas y Punta Diamante, en Cabaiguán, por poner solo algunos ejemplos.
LOS ELECTORES ESPERAN
Las fallas se reflejan en los problemas que se amontonan en cada proceso de rendición de cuenta, donde las inquietudes de la población se reciclan.
Está claro que si bien muchas demandas dependen de inversiones, otras llevan una buena dosis de gestión y voluntad de las direcciones empresariales porque los planteamientos no son eternos, y no lleva tantos recursos poner materiales de construcción en comunidades intrincadas; colocar un teléfono público en la zona de Jobo Gordo, en el municipio de Sancti Spíritus, o disponer de 300 metros de manguera para bombear agua del acueducto en la comunidad de El Perico, en Jatibonico.
Para Miriam Quintanilla, secretaria de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Taguasco, la experiencia de ese municipio en el trabajo en las comunidades en casi tres años ha sumado adeptos.
“Como otros territorios seguimos arrastrando dificultades, pero administrativos y cuadros gubernamentales hemos perfeccionado un sistema mediante el cual todos los meses hacemos un recorrido que llega a los lugares intrincados y palpa todo lo que tiene que ver con el pueblo, ya sea de la gastronomía, la salud, la educación o los servicios.
“Como resultado, no pasan de 160 los asuntos pendientes de mandatos anteriores, en lo que va de este proceso de rendición de cuenta han surgido 76 y hoy solo quedan 45. Hay que trabajar con seriedad porque existen problemas que no llevan ningún recurso y otros que requieren de muy pocos”, sostiene la funcionaria.
Agenda en mano y listo para su última reunión de rendición de cuenta de este ciclo, Alipio, el presidente del Consejo Popular de Banao, siente cierto consuelo cuando piensa que asuntos importantes están cumplidos, aunque no faltará quien se refiera otra vez al acueducto del pueblo, construido para unas 3 000 personas que se han multiplicado hasta llegar a las 10 000, y quien comparta su preocupación por la falta de espacio que hace casi imposible sepultar más personas en el viejo cementerio.
No por casualidad el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo, ha comentado que la mitad de los planteamientos de la población constituían demandas a las administraciones de empresas por ineficiencias, mal servicio, desatención y falta de calidad y control.
Las reuniones de rendición de cuenta, por su parte, no deberían ser una exposición de justificaciones institucionales. El delegado no debería estar desarmado ante una burocracia que no cede. De hecho y de derecho, no lo están. Un acuerdo del Consejo de Estado plantea que para facilitar la atención eficaz de los planteamientos los directivos de empresas con mayores problemáticas deberían acompañar al delegado en su reunión para aportar los mayores argumentos a la población.
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