Hijo Ilustre de Sancti Spíritus, el Héroe de Parma asiste a los festejos por el medio milenio de la ciudad
En su cumpleaños 500, la ciudad del Yayabo abrió sus brazos a toda su prole. Entre quienes llegaron hasta acá con el pretexto de la celebración, se encuentra Lourdes Gourriel Delgado, Hijo Ilustre de Sancti Spíritus, condición otorgada por la Asamblea Provincial del Poder Poder Popular.
Para merecer ese título, Gourriel no solo regaló a esta tierra aquel jonrón inmortal del Mundial de 1988 que lo convirtió en el Héroe de Parma. De sus batazos se colgó Sancti Spíritus el único título en Series Nacionales, en 1979. También hizo vibrar a esta tierra con su memorable oportunidad para ganar más de una vez el cetro con Las Villas o con el equipo Cuba.
Con la batuta de director, Gourriel llevó a los Gallos a rubricar las dos segundas mejores actuaciones en Series Nacionales con una medalla de plata y dos de bronce; pero más allá de los terrenos, hay nexos que no se rompen ni con la fuerza de las fronteras geográficas. Hoy vuelve desde la capital del país donde reside, aunque la mudanza, según él, no ha logrado cortar los lazos genéticos que le unen a esta tierra.
“Soy espirituano, menesiano, aunque esté viviendo en La Habana, el corazón hala para su tierra natal, por eso me puse muy contexto cuando el Partido y el Gobierno me invitaron a estos festejos”, sostiene.
¿Cómo ves a Sancti Spíritus?
Estoy muy motivado por el cambio que ha dado nuestra provincia y, en particular, la ciudad; me habían hablado sobre eso, pero no pensé que fueran tan grandes los cambios. Ahora hace falta cuidar la ciudad, como el pueblo disciplinado que somos, para que quienes vengan puedan decir: ¡mira qué bonito está! Eso me hace sentir orgulloso. Hay que elogiar al Partido, al Gobierno, a las organizaciones de masas porque han hecho un trabajo extraordinario.
¿Cómo te acogieron?
Esta es nuestra casa, nuestro cuartel, siempre me acogen bien. Estoy muy agradecido del pueblo, lo más lindo es que en todas partes la gente me ha saludado, me abraza; siempre van a existir detractores, es muy difícil que le caigas bien a todo el mundo, eso es normal, pero te digo que ni a mí, ni a mi familia le interesa lo que piensen esos detractores sino lo que somos. Somos personas de bien y mucha gente nos quiere aquí.
¿Entonces se zanjaron las heridas por la partida?
Hay personas que simpatizaban con nosotros y al ver que partimos, se sintieron heridos, pero a la vez sienten cariño, porque ven que no estamos aquí, pero estamos en La Habana, en Cuba.
¿Conquistaron la capital?
Cuando llegamos a La Habana sé que mucha gente se preguntaba: ¿qué se van a hacer los Gourriel? Nosotros seguimos siendo los mismos desde que estábamos en Meneses y todo el tiempo magnífico que vivimos aquí, seguimos siendo gente sencilla, noble, tranquila. Allá nos ven como uno más, no se nos ha ido el humo para la cabeza.
A la distancia de los años, ¿cómo se siente ser Hijo Ilustre de una tierra donde ya no se vive?
Siempre he sido y seré espirituano. Esa condición no se pierde nunca donde quiera que estés. Para mí sigue significando mucho. Ser hijo ilustre es una de las cosas más grandes que me ha pasado, quiere decir que te reconocen el esfuerzo de tu trabajo. Esta provincia tiene muchas personalidades en todas las ramas, es muy difícil que entre tantas personas sea uno de los escogidos, por eso me siento muy orgulloso.
Me siento mucho mejor, en el último turno los médicos me han dicho que me he recuperado bien y que puedo hacer mi vida normal, aunque sigo con mis medicamentos.
Es imposible no hablar de Japón. ¿Cómo ves que dos espirituanos sean los primeros en incursionar en el béisbol profesional?
Es algo especial que hayan sido los espirituanos los que abrieran la brecha para incursionar en el segundo mejor béisbol profesional del mundo, aunque no van a ser los únicos. Entre Japón y Cuba existe mucha diferencia de horas, es muy difícil el idioma, el pitcheo, el sistema de juego, todo eso influye; tienen que irse adaptando poco a poco, no es que lleguemos y vayamos a ser un fenómeno, pero estoy convencido de que van a hacer bien su trabajo porque para nadie es un secreto que son excelentes muchachos y unos grandes atletas.
¿Qué es lo más difícil en Japón: el idioma, el horario o el pitcheo?
Todo es difícil; hasta que no te adaptes al horario te cuesta mucho trabajo coordinar. Lo otro es el pitcheo, ellos tiran muchos rompimientos mezclados con la recta y otros lanzamientos. También tuvieron una adaptación demasiado acelerada; Cepeda llegó y al otro día empezó a jugar, si le dan 20 minutos de descanso, se hubiera quedado dormido por el horario.
Tampoco estamos acostumbrados al tipo de entrenamiento, que además es fuerte. Si vas a jugar a las seis de la tarde, te vas para el terreno a la una, no estamos acostumbrados a estar tantas horas en un terreno; todo eso te choca, pero nosotros somos fuertes y nos imponemos, pero es poco a poco, yo confío en ellos.
Lo dice un hombre que estuvo tres años en Japón…
Sí, y me costó trabajo a pesar de ser una liga inferior a la de ellos, en ese tiempo creo que aprendí a decir “buenos días” y “cómo estás”, no es un idioma como el inglés, que más o menos tú inventas. Ese es difícil para hablarlo, para escribirlo; a veces no tienes ni con quién conversar. Mira, allá cuando se acaba el juego, el traductor se va y te deja solo y a defenderte.
Leímos qua parte de la familia Gourriel se marcha a Japón.
Eso es muy positivo, al igual que para Cepeda cuando tenga a su esposa y su hijo allá. Si a veces con la familia es difícil, ¿cómo será solo? Recuerdo cuando estuve allá, oye, casi me vuelvo loco. Llegaba con mi almanaque y todos los días hacía una rayita y decía: ¡esto no se acaba!, diariamente llamaba por teléfono a la familia, era lo que me daba aire para un día más, para ellos la familia será un apoyo, una ayuda.
¿Crees que esta inserción sea la vía para elevar el béisbol cubano?
Estamos camino a eso; tenemos que mejorar muchas cosas con la ayuda de esos atletas a nuestra Federación; podemos hacer muchas cosas desde la base que es donde más problemas tenemos, para que los muchachos lleguen en buenas condiciones a las Series Nacionales. No podemos dejar que el fútbol se nos vaya delante; es verdad que hay muchas personas a las que les gusta el fútbol, pero nosotros somos beisboleros.
Vida cepeda, viva eriel, viva mendosa y todos los jugadores de principios y buenos quetiene ese digno equipo, felicidades