Ambiciosos proyectos se gestan en la provincia de Sancti Spíritus para aumentar la calidad de vida de los adultos mayores.
Sancti Spíritus no es el lugar más encanecido de Cuba, pero sí es uno de los sitios donde las personas han vivido más, a juzgar porque de los 90 000 espirituanos que hoy superan los 60 años de edad, 106 son centenarios. Quizás por ello, atender a los ancianos no es eslogan; sino una prioridad.
De ahí que actualmente se encauce en la provincia un ambicioso programa en pos de mejorar la calidad de vida de los adultos mayores, el cual incluye la reparación constructiva de las nueve casas de abuelos y de los ocho hogares de ancianos que se esparcen por todo el territorio espirituano.
Restitución de redes eléctricas e hidrosanitarias, cambio de carpintería y pintura son algunas de las acciones que se acometen para elevar el confort de estas instalaciones, a lo que se suman la adquisición de mobiliario como mesas, sillas, sillones… y de equipos electrodomésticos entre los que se cuentan ventiladores, cajas de agua, bebederos, freezers, batidoras y televisores.
Según la doctora Teresa Odalis Pérez Cañizares, jefa del Programa de Adulto Mayor, Asistencia Social y Salud Mental adscrito a la Dirección Provincial de Salud, todos esos recursos redundan no solo en mejorar las condiciones materiales de dichos centros, sino en elevar calidad de vida de los adultos mayores.
La provincia muestra hoy un promedio de envejecimiento de alrededor del 20 por ciento y de acuerdo con los cálculos de los especialistas, Yaguajay, Cabaiguán y Fomento sobresalen como los municipios más longevos; es por ello que en esos lugares —igual que en el resto— se fomentan varias estrategias para elevar la calidad de vida de la vejez.
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