Hoy 1 666 niños, adolescentes y jóvenes con necesidades educativas especiales asisten a las 13 escuelas del territorio espirituano.
Cuando la Educación Especial en Cuba celebra su aniversario 52, esta enseñanza en Sancti Spíritus presume no pocos aciertos. Antes del triunfo revolucionario resultaba exiguo el seguimiento pedagógico a los infantes con limitaciones físicas o intelectuales; mientras hoy 1 666 niños, adolescentes y jóvenes con necesidades educativas especiales asisten a las 13 escuelas del territorio destinadas a ofrecerles atenciones particulares mediante un sistema coherentemente articulado.
Esta matrícula está distribuida en diferentes especialidades como retraso mental, retardo del desarrollo psíquico, trastorno de la conducta, estrábicos y ambliopes, ciegos y de baja visión, limitados físico-motores, autismo, trastorno de la comunicación, implante cloquear y sordo-ceguera.
Asimismo, supera de 390 alumnos, los ubicados en Salones Especiales en círculos infantiles y el Programa Educa a tu hijo, así como los insertados en diversos grados de las Educaciones Primaria, Secundaria y Técnica y Profesional: otras modalidades de atención, a las que se añade el trabajo en instituciones penitenciarias.
Centros de Diagnóstico y Orientación, dos Hogares de Niños sin Amparo Familiar en Cabaiguán y el municipio cabecera, que también cuenta con un Aula Hospitalaria, al igual que Trinidad, componen este tipo de instrucción.
“Los niños con largas estancias en el hospital, que superen los siete días, tienen garantía de un maestro que va hasta sus propias camillas de ingreso, según las orientaciones del médico.
“Igualmente, los profesores ambulatorios van a los domicilios de quienes no pueden asistir a la escuela. Actualmente atendemos a 86 niños, a quienes se les facilita pizarra, alfabeto, busto martiano, bandera cubana, las condiciones materiales necesarias para que sientan sus hogares como el aula”, detalla Deysi Castillo Ibarra, jefa del Departamento de Educación Especial en la provincia.
Garantizar la incorporación a la vida social, en tanto trabajadores activos de una sociedad con igualdad de derechos y oportunidades, deviene el propósito educativo de esta enseñanza, la cual egresó el pasado curso a más de 50 estudiantes espirituanos con posibilidades laborales, ubicados en correspondencia con su formación.
En ese sentido juegan un rol imprescindible los más de 30 talleres de preparación laboral que existen en el territorio, donde estos educandos desarrollan actividades manuales que potencian habilidades intelectuales y motoras.
“En Sancti Spíritus existe un personal docente capacitado que asciende a 804 profesores, junto a equipos multidisciplinarios integrados por psicólogos, psicometristas, pedagogos, logopedas, psicopedagogos y trabajadores sociales para la detección, evaluación, diagnóstico, posterior seguimiento, así como currículum, estilos y estrategias de aprendizaje”, indica Castillo Ibarra, quien además señala la contribución de los especialistas al perfeccionamiento del proceso docente-educativo.
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