Escambray Periódico de Sancti Spíritus
El polo turístico Trinidad-Sancti Spíritus desarrolla un amplio programa inversionista con el objetivo de llegar a más de 10 000 habitaciones para 2030
Más de 300 000 visitantes reciben anualmente los polos turísticos de la central provincia de Sancti Spíritus, aseguró Reiner Rendón, delegado del Ministerio del Turismo en el territorio.
En declaraciones a Prensa Latina Rendón precisó que el producto de sol y playa, cultural y senderismo que ofrece la villa de Trinidad, Patrimonio Cultural de la Humanidad, atrae a unos 250 mil extranjeros y nacionales.
Destacó que existen más de mil habitaciones en hostales no estatales vinculados al programa vacacional, cifra que debe crecer en unas 500 para la nueva temporada.
Subrayó que la modalidad de circuitos es el producto estrella por contar con dos de las primeras siete villas cubanas -Trinidad y Sancti Spíritus-, que este año cumplieron medio milenio de fundadas por los españoles.
Los cuatro polos turísticos de la villa trinitaria -Ancón, Topes de Collantes, Valle de los Ingenios y Trinidad- cuentan con siete hoteles y otros seis en el resto de la provincia, con nota destacada la villa espirituana, Monumento Nacional.
Rendón comentó que con algún atraso se avanza en las inversiones del hotel Pansea y el Palacio Iznaga, dos de categoría cinco estrellas previstos concluir en 2015.
Mientras, se amplia con 32 habitaciones el hotel Iberoestar y La Ronda llegará a 90, así como se trabaja en la creación de hostales marca Encanto en Trinidad y Sancti Spíritus.
A esto se une un amplio programa inversionista con el objetivo de llegar a más de 10 mil habitaciones para 2030.
Este proyecto incluye el Iberoestar Ancón, con más de 400 habitaciones, y el María Aguilar, de unas 437 capacidades, negociado por Meliá y un centenar con marca propia que se integrarán al hotel Ancón.
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Escambray / ISSN 9664-1277
Realmente es muy importante lo que se viene logrando en Trinidad y Sancti Spiritus como en toda la provincia en el desarrollo turístico. Alegra mucho saber que una de las regiones de Cuba con más altas potencialidades en éste séctor tenga todo un programa de desarrollo hasta el 2030. Sancti Spíritus es quizas la provincia de Cuba donde mejor se integren los recursos naturales, humanos y culturales para tener los mejores estánderes de sostenibilidad y disfrute de paisajes culturales únicos en Cuba y el Caribe. Pero, se me hace imposible pensar que sea cierto y además que se permita por la dirección del país, la provincia y del CITMA que se construyan más habitaciones del Hotel Ancón cuando es impostergable que éste sea eliminado como estructura, por estar construido sobre la duna violando el Decreto-Ley 200. Si éste Hotel se eliminara se constriburía muchísimo más no sólo al cuidado de la península, sino también a la credibilidad en el desarrollo turístico sotenible cubano. El Hotel Ancón, junto a la carretera que une la península con La Boca y el pedraplén constituyen estructuras que penosamente no permitirán nunca que la provincia llegue al 2030 con 10 000 habitaciones porque antes la península dejará de serlo, ya que éstas estructuras provocarán su muerte. Es necesario retirarle estructuras al Hotel Ancón y llevarlo al menos a un nivel de primer piso, ésta pudiera ser una variante, para eliminar su enorme peso sobre el sieno y la duna. Es vital eliminar la carretera que une a La Boca con la península porque ésta provoca erosión en la duna fósil y allí construir un paseo sólo para peatones y bicicletas como aparce en el Informe de Ordenamiento de la península y en su Programa de Manejo Integrado y el pedraplén necesita de un estudio integral que determine cuántos o donde construir puentes que permitan la comunicación entre el sistema lagunar y la bahía de Casilda. Espero que en algún momento el periódico Escambray realize un trabajo sobre éste tema y se logre motivar un debate público con participación ciudadana, científica y de gobierno y logremos salvar realmente a la península. Sino Convertiremos a la península Ancón en lo que es hoy la playa Tayabacoa: un sitio geográfico en total erosión que no creo que en cinco años pueda revertirse su estado actual, su muerte como ecosistema de playa es inminente porque se ha sobrepasado su resilencia.