Anita McFarlane, integrante de la XXII Brigada Che Guevara ha puesto el alma en esta visita solidaria que le ha permitido conocer de primera mano la realidad cubana.
Con su jovialidad y simpatía a flor de piel, Anita McFarlane vino a Sancti Spíritus desde Toronto, Canadá, en este XXII contingente de la Brigada Che Guevara de solidaridad con Cuba imbuida del ánimo de palpar y aprehender la realidad cubana para luego darla a conocer en su país sin intermediarios malintencionados que la deformen, como cotidianamente hace la prensa allá.
Su biotipo latino africano y sus ancestros caribeños le confieren a esta muchacha una facilidad muy grande para relacionarse y fundirse con el medio, que ella aprovecha para hacer amistades y adquirir nuevos conocimientos. “Yo nací en Canadá, pero mi madre es de Gran Bretaña, y mi padre de Jamaica, aunque realmente los antepasados de mi padre nacieron en Granada”, explica.
Hacia esa ínsula de las Antillas Menores que ella visitó de pequeña siente una atracción especial y se sorprende cuando conoce que su aeropuerto internacional fue construido por los cubanos en los años 80 del pasado siglo y que ya casi terminado en 1983, los norteamericanos invadieron la isla y mataron a 24 de los constructores, dejando heridos o mutilados a cerca de 100 de nuestros compatriotas.
Entonces surge su afirmación de que seguirá viniendo a Cuba y de que también irá a Granada, ahora con mayor motivación por su realidad y su historia, lo que dependerá del calendario docente en la escuela donde se forma como maestra allá en Toronto y de que pueda reunir el dinero necesario para ese propósito.
Consultada acerca de sus impresiones con esta visita, su respuesta no se hace esperar: “Me siento muy honrada con estar aquí porque pienso que constituye una experiencia asombrosa. No es lo mismo leer en un libro que tener las vivencias de estar en Cuba y conocer la realidad de este país, su Gobierno, la forma de vida de los cubanos y esa es la experiencia más importante que me llevo”.
Una de sus compañeras manifiesta la emoción que mostró Anita en contacto con los niños de una escuela primaria rural en Caracusey, municipio de Trinidad, cuando los vio en sus manifestaciones culturales y fue obsequiada por ellos con presentes confeccionados por la propia grey infantil a partir de materiales de ocasión. “Me encantaría ser su maestra y enseñarles inglés, que de allí saldría yo hablando español como una cubana más”, afirmó finalmente la joven canadiense.
Daphne siempre encuentra nuevas motivaciones
La también canadiense Daphne Hand derrocha entusiasmo y no se cansa en su constante labor solidaria como jefa de la junta coordinadora nacional de la Asociación Canadiense de Solidaridad con Cuba, además de ser su organizadora en la ciudad de Kingston, cerca de Toronto, donde ella reside.
Aunque ha venido tres veces formando parte de la Brigada Che Guevara, cuyo XXII contingente permanecerá en Cuba hasta el 17 de mayo, Daphne Hand siempre encuentra nuevas motivaciones. “En La Habana tuvimos oportunidad de estar en la tribuna del desfile por el Primero de Mayo y lo considero una experiencia fabulosa. Fue un privilegio poder estar allí y ver a más de un millón de cubanos desfilando”, expresa.
Según refiere Daphne, a raíz de la llegada a la isla, los cerca de 50 brigadistas tuvieron la oportunidad de trabajar junto a campesinos cubanos en labores agrícolas durante su estancia en el Campamento Internacional Julio Antonio Mella, en Caimito, provincia de Artemisa.
Allí supieron de los rigores del clima “porque no estamos acostumbrados a tanto calor, pero de todas formas nos hemos ido aclimatando. Empezábamos a trabajar por la mañana antes de que saliera el sol y cada día nos íbamos sintiendo mejor”.
¿Cómo ha transcurrido su estancia en Sancti Spíritus?
Aquí hemos tenido la oportunidad de visitar centros sociales y de la salud, como un Hogar Materno, organopónicos, encuentros con miembros de los Comités de Defensa de la Revolución en Trinidad, y también hicimos visitas a lugares de interés, no solo en Sancti Spíritus, sino también en otras provincias.
Pero no todo fue trabajo u actividades oficiales, pues según Daphne, durante su estancia de un fin de semana en Trinidad pudieron disfrutar de la Playa Ancón e hicieron una excursión a la zona de Topes de Collantes que les resultó maravillosa. “Fue uno de mis días favoritos y pude ver allá en las montañas al tocororo, ave nacional de Cuba y las plantaciones de café en su medio natural, así como el Orquideario y la Casa de la Gallega”, refirió finalmente esta amiga de Cuba.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.