A las puertas del estreno mundial de la primera película cubana animada en 3D, el filme ha superado duras pruebas, pero le espera la más inquietante.
El realizador cubano Ernesto Padrón, director del largometraje animado en 3D «Meñique», aseguró que volvería a embarcarse en una aventura así si la historia lo valiera.
A pocos días del estreno mundial de la primera película cubana animada en 3D, Padrón confesó a Prensa Latina que nunca renunció a su sueño de hacer este filme, incluso en los momentos más difíciles.
Por lo pronto, como el héroe de su obra, su película ha superado duras pruebas y vencido a poderosos gigantes, pero le espera el más inquietante y siempre aterrador: el público.
La prueba de fuego será el próximo domingo, Día de los Niños, con un estreno simultáneo en los principales cines de Cuba, donde muchos esperan por un filme que comenzó a gestarse hace casi una década.
Filmar Meñique ha sido una universidad para nuestros animadores, agregó Padrón, quien enamoró a muchos con su versión libre de la traducción que hizo el poeta José Martí del Poucinet de Laboulaye.
Se dice ya que Meñique revolucionará el cine de animación en Cuba, como antaño hizo Vampiros en La Habana, un filme de culto dirigido por el hermano de Ernesto, el legendario Juan Padrón.
Esther Hirzel, directora de los estudios cubanos de animación, afirmó que existen los recursos humanos suficientes para encarar nuevos proyectos, como un filme del personaje Elpidio Valdés.
Padrón se mostró más cauto al respecto, sobre todo porque su hermano Juan es el creador del héroe insignia de los niños cubanos, un personaje que saltó del comic al cine animado, y quiere más.
«Habría que ver si resulta convincente el diseño de personajes y la trama, pero igual, hay otros proyectos igual de interesantes, y siempre que haya una buena una buena historia, estoy dispuesto a asumirlos», aseguró.
Entre esos proyectos destacan otra versión de Martí de una vieja fábula europea, en este caso, «La montaña y la ardilla», asumidos por los animadores que trabajaron en Meñique.
Entre estos destaca Jerzy Pérez, director de animación, quien negó que este sea el «Shreck cubano», como muchos dicen, y prefiera que la vean como lo que es: Meñique, un filme hecho en este país.
Una baza del filme es su dirección de actores, donde comparten elenco consagrados y jóvenes, como Lieter Ledesma, quien pese a ser un hombre de 1,85 metros da voz al pequeñín protagonista.
«Nunca vi a Meñique como un enano, sino como a un hombre pequeño y me adecué a eso, aunque resultó aterrador porque nunca había dado mi voz a un animado, y es algo solitario», dijo Ledesma.
El filme, coproducido con Galicia, ya es comercializado en países como Surcorea, Francia y Alemania, y está dedicado a Tulio Raggi, un imprescindible de la animación en Cuba fallecido hace pocos meses.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.