La institución pasará a formar parte de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba
Totalmente restaurada la casona sita en Céspedes No. 8 de la villa del Yayabo funge ya como la sede de la Oficina del Conservador de la ciudad, institución encargada de preservar la memoria material y espiritual de la cuarta de las villas fundadas en Cuba.
Al dejar el sitio oficialmente inaugurado, el arquitecto Roberto Vitlloch, director de la Oficina de Monumentos y Sitios Históricos perteneciente al Centro Provincial de Patrimonio Cultural, destacó los valores patrimoniales de una instalación que representa lo más autóctono del siglo XIX de la ciudad espirituana y que en breve acogerá las dependencias o direcciones más vinculadas al funcionamiento de esa institución, además de que formará parte de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba, integrada por los centros de este tipo que ya están en funcionamiento, así como las que se creen en las ciudades patrimoniales de Sancti Spíritus, San Salvador de Bayamo, San Juan de los Remedios y Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, y las que por sus méritos históricos y patrimoniales se autoricen en lo adelante.
Con la inversión, aclaró Vitlloch, también se logra preservar una casa con grandes valores, ya que la misma forma parte del conjunto de edificaciones más conservadas de la arquitectura patrimonial de la ciudad, a pesar de encontrarse fraccionada en dos grandes viviendas desde el año 1830.
Entre lo más destacado de su diseño, explicó el especialista, está la distribución de sus espacios, lo cual constituye la expresión más genuina de la etapa colonial en la arquitectura espirituana. De igual manera acumula valores históricos, ya que en ella vivió el padre Benito Ortigueira, destacado sacerdote gallego con ideas progresistas que llegó a ser presidente de la Sociedad Patriótica y promotor de la fundación del primer periódico que tuvo la ciudad: El Fénix.
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