El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se mostró este viernes dispuesto a aceptar una reforma migratoria que desestime, al menos en un primer momento, otorgar la ciudadanía a los más de 11,5 millones de indocumentados, como pretenden los republicanos.
No obstante, el mandatario complementó que una vez que las personas sin papeles logren su legalización, entonces deben estar en condiciones de optar por la naturalización.
En una entrevista concedida el jueves a la cadena televisiva CNN y que será emitida este viernes, Obama saludó el proyecto de ley bipartidista que aprobó el Senado en junio pasado, el cual contempla una vía hacia la ciudadanía de quienes viven ilegales en el país.
Sin embargo, la mayoría republicana en la Cámara de Representantes mantiene en vilo la propuesta, negados a legalizar el estatus de los millones de mujeres y hombres sin papeles, por considerar que se les estaría ofreciendo una «amnistía», tras violar las leyes del país.
Al inicio de la reunión anual en Cambridge, Maryland, legisladores y miembros del Partido Republicano presentaron la víspera una serie de principios para avanzar en la legalización de los indocumentados, pero se negaron a ofrecerles la ciudadanía.
Los del denominado partido rojo convinieron en otorgar permisos de residencia y trabajo a las personas sin papeles, siempre y cuando admitan «su culpabilidad».
Estas personas pueden vivir legalmente y sin miedo en Estados Unidos si admiten que violaron las leyes nacionales, pasan rigurosos controles de antecedentes, pagan las multas e impuestos atrasados, aprueban los exámenes de cultura cívica y lengua anglosajona y demuestran capacidad para mantenerse a sí mismos y sus familias, indicó el documento.
Si el presidente de la Cámara baja (el republicano John Boehner) propone algo que evite que la gente sea deportada, que las familias dejen de separarse, que seamos capaces de atraer a los mejores estudiantes jóvenes (…) y que luego haya un proceso regular hacia la ciudadanía, no veo cuán grande es la diferencia entre la propuesta del Senado y la republicana, subrayó Obama.
El senador por Nueva York Charles Schumer, arquitecto del proyecto demócrata aprobado en junio en la Cámara alta, opinó este jueves que los principios anunciados por los conservadores dejan entrever «una posibilidad real» para la aprobación de la reforma de las leyes migratorias en 2014.
Si bien estas normas no son todo lo que deseamos, al menos abren una puerta a una negociación bipartidista en ambas cámaras del Congreso, apuntó.
Una reciente encuesta de la cadena televisiva CBS News destacó que cerca de dos tercios de los conservadores están de acuerdo con entregar permisos de residencia a los indocumentados.
Este resultado es similar a los de otros tres sondeos del Centro de Investigación Pew, efectuados entre marzo y junio de 2013, donde al menos seis de cada 10 simpatizantes con el Partido Republicano manifestaron su anuencia para avanzar en la legalización.
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