El presidente de Estados Unidos pidió este lunes parar la muerte de civiles en la franja de Gaza, pero sigue sin condenar al causante de la tragedia, Israel, su aliado estratégico en el Medio Oriente.
El mandatario expresó sus «serias preocupaciones» sobre las víctimas civiles en el conflicto y comentó que el secretario de Estado, John Kerry, partió hacia Egipto para impulsar «un cese inmediato de las hostilidades» entre israelíes y palestinos.
«No queremos ver a más ningún civil perder la vida», señaló Obama, tras un domingo sangriento, considerado el más letal de las dos semanas que lleva el viejo conflicto.
Al menos 100 palestinos fallecieron la víspera a causa de la intensificación de las operaciones terrestres de Israel contra la franja de Gaza, sometida además a un férreo bloqueo de Tel Aviv.
No obstante, Obama reiteró que cree en el derecho de su aliado a defenderse, pero «también he dicho que tenemos serias preocupaciones sobre el creciente número de muertes de civiles palestinos y la pérdida de vidas israelíes».
Según el gobernante la presencia del jefe de la diplomacia estadounidense en El Cairo ayudaría a presionar para un alto el fuego y volver reanudar las estancadas negociaciones de paz. «El trabajo no será fácil», admitió.
Antes, Kerry fue captado por un micrófono en vivo cuando expresó su frustración a un ayudante respecto al alcance de la operación israelí, lo que ocurrió previo a una entrevista con la cadena Fox.
«Es un infierno, una operación milimétrica» se escuchó a Kerry con sarcasmo, quien confrontado sobre el intercambio, justificó que «reaccionó, obviamente, no con respecto a los niños pequeños y la población civil», reseñó el diario The Hill, en su página digital.
Kerry, en línea con la Casa Blanca, apostilló que «defendemos el derecho de Israel a hacer lo que está haciendo».
Los acontecimientos actuales añaden más hielo a las conversaciones de paz, reiniciadas en julio de 2013, las cuales no llegaron a puerto, entre otros factores, por demandas del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, consideradas inaceptables por el presidente palestino, Mahmoud Abbas.
Washington asigna cada año a Tel Aviv unos tres mil millones de dólares para gastos militares.
Precisamente, el Congreso ratificó hace poco su apoyo sin fisuras a Israel al aprobar una iniciativa que prevé duplicar los fondos para su programa de defensa antimisiles, para el que le destinará en 2015 más de 621 millones de dólares.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.