Expertos alertaron que los fallos de la justicia de EE.UU. en el caso que enfrenta a Argentina con compradores de títulos de deuda revisten graves consecuencias para el sistema financiero internacional.
En una reunión enmarcada en la resolución de la Asamblea General de la ONU del pasado 9 de septiembre sobre los llamados fondos buitre, especialistas de diversos países y entidades señalaron este martes que las decisiones del juez Thomas Griesa fortalecen a los acreedores que no participan en una reestructuración de la deuda.
Además, representan implicaciones para la defensa de la inmunidad soberana del Estado, dejan un claro vacío legal y constituyen un problema por su alcance extraterritorial, agregaron.
Según Griesa, Argentina debería pagar a los dueños de los documentos de deuda, adquiridos a precios irrisorios, el mil 600 por ciento de lo abonado, significando casi la bancarrota de toda una nación, dictamen ratificado hace una semana, cuando declaró en desacato a Buenos Aires.
El 9 de septiembre, la Asamblea General adoptó una iniciativa presentada por el Grupo de los 77 más China para impulsar regulaciones a los procesos de reestructuración de la deuda soberana, instrumento considerado un golpe a la codicia y la especulación.
Al respecto, abogados, académicos, representantes del sector privado y diplomáticos reunidos aquí abordaron mecanismos para la reestructuración ordenada y el funcionamiento adecuado del sistema financiero internacional.
Entre los participantes en el foro estuvieron funcionarios de Naciones Unidas, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, y del Fondo Monetario Internacional, entre otras entidades.
La Misión Permanente de Argentina ante la ONU destacó en una nota de prensa los resultados del evento.
Recientemente, la embajadora del país sudamericano, María Cristina Perceval, resaltó en un encuentro con periodistas el respaldo mundial a Buenos Aires en su lucha contra los fondos buitres.
No estamos solos, afirmó la diplomática amparada en el apoyo de 124 gobiernos a la resolución adoptada por la Asamblea, donde solo 11 naciones del llamado primer mundo la rechazaron, con 41 abstenciones.
También en el debate general del principal órgano de la ONU, celebrado del 24 al 30 de septiembre, varios jefes de Estado o de Gobierno manifestaron su solidaridad con Argentina.
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