Cuba exigió este miércoles en la ONU a los países ricos voluntad política para otorgarle a las naciones pobres, sin exigencias ni condicionamientos, los recursos financieros requeridos para su desarrollo.
En un evento de alto nivel sobre el papel de la cooperación Norte-Sur, Sur-Sur y Triangular en la agenda post-2015 para el desarrollo, la diplomática cubana Tanieris Dieguez denunció intentos de potencias industrializadas de evitar su responsabilidad de cara a la plataforma que el año próximo sustituirá a los Objetivos del Milenio.
La tercera secretaria de la Misión Permanente de la isla aquí advirtió que algunos donantes tratan de desviar la atención sobre su falta de compromiso, con discursos manidos como la necesidad de hacer un uso efectivo de la ayuda que brindan, y la redefinición en el marco post-2015 del concepto de la cooperación Sur-Sur.
«La Cooperación Sur-Sur no sustituye a la Cooperación Norte-Sur, sino es un complemento de ésta. Por ello, el peso del apoyo internacional a la implementación de la nueva agenda para el desarrollo no puede caer sobre los países en desarrollo», afirmó.
De acuerdo con Dieguez, los estados ricos tienen una responsabilidad histórica con el progreso socio-económico del Sur, porque han levantado su desarrollo sobre las espaldas de los pobres.
En ese sentido, demandó el cumplimiento, sin dilación y a más tardar para 2020, de la Asistencia Oficial al Desarrollo prometida por los industrializados.
Tal reclamo de la isla fue compartido en la primera de las dos jornadas del foro de la Asamblea General por varios países de América Latina, que recordaron que aún está bien lejos de materializarse el 0,7 por ciento del Producto Interno Bruto anunciado como ayuda.
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