Rusia manifestó cautela en la ONU por la reunión de este jueves en Ginebra para analizar la crisis ucraniana, ante sus dudas sobre la voluntad de las autoridades golpistas de Kiev, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) de resolverla.
En una sesión del Consejo de Seguridad sobre la situación en Ucrania, el representante permanente de Moscú ante Naciones Unidas, Vitaly Churkin, advirtió además que la represión del nuevo gobierno contra las sublevadas regiones del sudeste del país complica el escenario para el encuentro cuatripartito.
«Nos preparamos con mucho cuidado para las negociaciones de Ginebra, que pudieran verse socavadas por alguna acción en el sureste de Ucrania, pero también nos preguntamos si Kiev y nuestros interlocutores occidentales están listos», señaló.
Para el diplomático, el resultado de la reunión convocada para ese jueves en la ciudad suiza de Ginebra constituye una incógnita, tras semanas de manipulación y debate estéril, desde que en febrero disturbios propiciaron el derrocamiento del presidente electo, Víktor Yanukóvich.
Rusia desconoce al actual gobierno, por ser fruto de una asonada golpista, mientras Estados Unidos y la UE lo respaldan.
«Veamos entonces en qué termina, naturalmente esperamos que el encuentro de mañana lleve a una Ucrania capaz de emprender el camino normal del desarrollo, con espacio para todas las regiones y que estas conozcan su destino (…)», subrayó en el órgano de 15 miembros, que ha debatido una decena de veces la crisis en el país europeo.
Para Churkin, el problema de Ucrania pasa porque en Kiev ocupan el poder personas que lo tomaron por la fuerza de las armas, y no han dado señales de impulsar la democracia.
Prometieron desarmar a los violentos e investigar los disturbios, pero no ha pasado nada, ellos y occidente pretenden hacernos creer que todo lo malo es por el anterior gobierno, sentenció.
Respecto a las elecciones previstas para el próximo 25 de mayo por las autoridades golpistas, opinó que tampoco parecen prometedoras.
Se les pide a las personas que elijan un presidente sin saber qué tipo de gobierno encabezará, dijo.
De acuerdo con el representante de Moscú, lo lógico sería realizar reformas políticas, antes de convocar a las urnas.
Rusia asegura que de respetar los opositores ucranianos y sus mentores occidentales el acuerdo del pasado 21 de febrero, entre Yanukóvich y sus principales rivales, la crisis en curso podría haberse evitado.
Ese pacto contenía cambios constitucionales, elecciones anticipadas e investigaciones sobre los disturbios, entre otros aspectos conciliadores.
Los embajadores de Estados Unidos, la UE y Ucrania reiteraron en el Consejo de Seguridad las acusaciones a Rusia por su supuesta organización de la sublevación y los reclamos federalistas en el sureste del inestable país.
Occidente insistió además en sus amenazas de nuevas sanciones contra Moscú.
Al respecto, Churkin calificó los criterios agresivos de sus colegas de «disco rayado».
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