El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela (AN), Diosdado Cabello, señaló este domingo que la oposición venezolana niega la existencia del contrabando y se solidariza con esta práctica ilícita.
El contrabando es una realidad que afecta a Venezuela y Colombia, y he sido testigo de los operativos de la Fuerza Armada en los cuales se decomisaron toneladas de alimentos y hasta de material ferroso, agregó Cabello en entrevista con el canal privado Televen.
Asimismo, expresó que el gobierno lleva adelante desde el pasado 11 de agosto un plan para luchar contra ese flagelo, que según el presidente de la AN, forma parte de la guerra económica que ha desplegado la derecha de esta nación y sus aliados para derrocar al presidente Nicolás Maduro.
Consideró que todos «los medios que se utilizan para el contrabando deben ser confiscados de inmediato», sobre la base de lo que está estipulado en la Ley Orgánica de Precios Justos.
Manifestó que más de 27 mil funcionarios realizarán trabajos de supervisión para impedir la proliferación de ese fenómeno y enfrentar con fuerza la corrupción y los corruptos, «no puede ser alguien parte de un gobierno, para traficar con influencias y las necesidades del pueblo».
El dirigente parlamentario se refirió a la implementación de los captahuellas como medida para enfrentar el contrabando y el negocio ilícito y dijo que este sistema se instaura contra las personas inescrupulosas que compran varias veces en los mercados para extraer mercancías y después venderlas o sacarlas del país.
Los captahuellas serán puestos primeramente en los mercados estatales y en los estados fronterizos y es una acción especial ante la situación particular por las que pasa Venezuela porque se importan alimentos y no llega a la población.
Lo que queremos con las capatahuellas es evitar el fraude y saber quien se dedica al comercio ilegal, expresó. Por otra parte, el también vicepresidente primero del Partido Socialista Unido de Venezuela analizó la construcción del modelo económico y político en este país donde precisó que «Venezuela quiere construir su propio modelo y lo construye dirigido a garantizar la felicidad suprema del pueblo».
La dirección que lleva la revolución venezolana está clara en el Plan de la Patria, concluyó.
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