El papa emérito Benedicto XVI asistió en la Basílica de San Pedro a una ceremonia pública para el nombramiento de 19 cardenales.
El papa Francisco abrazó este sábado al papa emérito Benedicto XVI en la Basílica de San Pedro, en una ceremonia pública para el nombramiento de 19 cardenales en la que, por primera vez en la Historia, se encuentran dos pontífices.
Joseph Ratzinger, vestido con un abrigo blanco sobre sotana del mismo color y con el solideo blanco, se ha situado en la primera fila, al lado de los puestos de los miembros del Colegio cardenalicio. El papa emérito ha sido saludado “con afecto y veneración” por el nuevo cardenal y Secretario de Estado, Pietro Parolin.
En el discurso inicial, Parolin le dijo: “Encantados de su presencia ente nosotros”, unas palabras que provocaron un largo aplauso entre los presentes en la Basílica vaticana.
El próximo día 28 de febrero se cumple un año de la renuncia de Benedicto XVI al pontificado y desde entonces vive en el convento Matter Eclesiae junto a su fiel secretario y discípulo, el arzobispo Georg Ganswein, y las cuatro laicas consagradas de la comunidad “Memores Domini” que se ocupan de su aposento, de su correspondencia y de recibir sus escasas y discretas visitas.
El papa emérito que lleva “una vida oculta al mundo” se ha encontrado cuatro veces con Francisco “oficialmente”, por lo que su presencia este sábado en Basílica de San Pedro ha resultado la gran sorpresa de la ceremonia de nombramiento de cardenales.
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