Los manglares del Parque Nacional Caguanes constituyen un tesoro que merece ser preservado
Los manglares, considerados los riñones del medio natural costero, resultan muy vulnerables en una isla como Cuba, sometida a los posibles impactos del cambio climático. En el Parque Nacional Caguanes (PNC), donde se ubican algunos de los ecosistemas de este tipo más importantes de la provincia, se desarrollan continuas labores para conservarlos.
De acuerdo con especialistas de la Estación de Monitoreo Costero de Yaguajay, allí desarrollan múltiples investigaciones y observaciones continuas en estas áreas; además de acciones de educación integral, aumento de la conciencia y saneamiento ambiental; de vigilancia y protección cooperadas; así como la eliminación de especies exóticas de la flora y la fauna.
Los manglares y ciénagas costeras resultan grandes almacenes de carbono y su protección puede evitar que se liberen a la atmósfera gases de efecto invernadero; además contribuyen a atenuar el daño de las crecidas, las cuales se espera aumenten de frecuencia según se incremente el nivel del mar, las precipitaciones y las tormentas.
Igualmente, las raíces de las plantas de estos humedales estabilizan las costas, reducen la erosión y evitan que los contaminantes químicos lleguen a los ceibadales y arrecifes de corales.
Los expertos internacionales también ponderan sus virtudes: en un reciente estudio de realización de modelos sobre los efectos provocados por los mayores huracanes que han afectado a los Estados Unidos, se descubrió que cada hectárea de manglares evitó daños por valor de 33 000 dólares como promedio.
De acuerdo con ese cálculo 200, hectáreas de humedal del Parque Nacional Caguanes tienen un valor aproximado de 6 600 000 dólares para la protección costera del municipio de Yaguajay.
El PNC cuenta con más de 30 kilómetros de manglar litoral y en algunos sectores la franja alcanza una anchura superior a los tres kilómetros. Según los apuntes históricos sobre esa región, la zona sirvió de refugio a grupos de indios que vivieron cerca de la costa colindando con ellos, en la zona de Playa Carbó y en la mayoría de los Cayos de Piedra.
Este tipo de ecosistema costero constituye refugio para importantes ejemplares de la fauna y la flora, por ello su conservación contribuirá a que las plantas y los animales se mantengan como redes alimenticias y como parte de una rica diversidad biológica. Por otra parte, los manglares, playas y lagunas costeras ofrecen escenarios únicos privilegiados para la realización de diversas actividades recreativas dentro de la modalidad de turismo de naturaleza.
Estoy de acuerdo al 150% que de nosotros depende que nuestro ecosistema sea conservado, para así poder salvar miles de especies animales y plantas que a simple vista no los damos el valor que les corresponde pero sin ellas sería un gran caos. Pero así como es necesario la protección costera del municipio de Yaguajay y sus ecosistemas. Creo que deberíamos prestar gran interés a lo que está sucediendo en una de nuestras zonas más visitadas y pobladas por la comunidad espirituana y el turismo. El hecho es que en las áreas cercanas al Punte Yayabo se han otorgado derechos a construir nuevas viviendas que las mismas están afectando grande mente las zonas históricas de décadas. Ejemplo a esto es que recientemente se construyó una casa al lado del puente prácticamente, debido a que los arboles molestan la edificación se talaron árboles que tenía buena cantidad de años y que nunca se han tocado por su importancia histórica, sin embargo esto sigue pasando y nadie dice nada ni pasa nada respecto a esto. Si seguimos así, pronto no quedara nada que identifique al famoso Puente Yayabo. Deben tomarse medidas o soluciones respecto a esto!. Espero que sí es posible, nos den una respuesta. Estoy seguro que hablo en nombre de muchas personas cercanas a la zona que están viendo los mismos problemas y nadie soluciona nada. A veces las personas no hacemos conciencia ni analizamos los problemas que nuestros actos pueden ocasionar y creemos que el dinero todo lo puede!