Pese a la presencia de unos 400 mercenarios norteamericanos en la represión contra el este ucraniano, en Lugansk ya votó este domingo el 75 por ciento del padrón previsto con vista al referendo de autodeterminación.
La cifra fue confirmada por el portavoz de la Comisión Electoral Central, Vasili Nikitin, pasado el mediodía (hora de Ucrania).
Denunció el vocero que en algunas zonas escuadrones neonazis armados atemorizan a los vecinos con medios blindados y otra técnica militar que se desplaza entre un poblado y otro.
Sin embargo, en Lugansk la gente ha respondido ignorando la atmósfera represiva, dijo en referencia a los 15 mil efectivos del Ejército y escuadrones neonazis de la Guardia Nacional y el partido Sector Derecho enviados al sureste del país.
El referendo de autodeterminación que celebran este domingo las regiones de Donetsk y Lugansk incluye una única pregunta sobre el respaldo o no a la independencia de las repúblicas populares homónimas, conformadas como nuevas entidades en el este de Ucrania.
Medios de prensa rusos destacan hoy la presencia junto a los represores ucranianos en las zonas rebeldes de unos 400 mercenarios de la empresa de seguridad privada norteamericana Academy, controlada por los servicios de espionaje de Washington.
La televisora satelital RT cita un artículo publicado por el diario alemán Bild am Sontag, el cual se refiere a un informe del Servicio de Inteligencia Federal germano (BND por sus siglas en alemán) enviado al Gobierno de ese país el 29 de abril.
El reporte precisa que los soldados de fortuna de Academy pueden participar en la coordinación de operaciones que el Ejército y los escuadrones de la Guardia Nacional junto a paramilitares neonazis realizan contra partidarios de la federalización en el sureste del país.
Hasta 2009, Academy era conocida como Black Water y se hizo tristemente célebre durante la invasión contra Irak, donde sus asalariados cometieron crímenes masivos contra la población y provocaron escándalos por contrabando de armas y otros delitos.
Las fuerzas de autodefensas de Slaviask confirmaron el 2 de mayo que la interferencia de comunicaciones radiales evidenció la participación de extranjeros en la operación punitiva del gobierno al que denominó como junta golpista, según Itar-Tass.
Estados Unidos, en tanto, ratificó este sábado el apoyo incondicional a quienes derrocaron al presidente Víktor Yanukóbvich.
Un comunicado publicado por la embajada norteamericana en Kiev menciona como pilares de la ayuda de Washington a Kiev para solucionar la crisis el apoyo financiero, técnico y en el orden de la seguridad, según indicó la subsecretaria de Estado Victoria Nuland.
Washington también intentó ocultar el 6 de mayo su protagonismo como principal sostén del gobierno impuesto en Ucrania al desvirtuar el papel represivo que desempeñan en Kiev decenas de oficiales de su aparato de espionaje.
Kommersant, diario ruso, comentó la información publicada recientemente por el Bild am Sonntag sobre decenas de agentes del FBI y la CIA enviados a Kiev para ayudar en nombre de la Casa Blanca a reprimir la sublevación en las regiones del sureste.
Destacó el periódico que el Departamento de Estado se apresuró a desmentir esas informaciones con el argumento del envío de esos especialistas con la tarea de «ayudar al gobierno ucraniano a investigar y recopilar pruebas para recuperar los activos sustraídos y sacados al extranjero».
Funcionarios diplomáticos estadounidenses dijeron a Kommersant que los expertos del Buró Federal de Investigaciones radicados en Kiev asesoran a las autoridades locales en la lucha contra el crimen organizado.
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