El envío de jóvenes latinoamericanos a Cuba por el gobierno estadounidense, para promover cambios políticos a través de programas de salud, forma parte de una gran estrategia dirigida a derrocar la Revolución.
Los periodistas Rosa Miriam Elizalde, editora del sitio Cubadebate, Iroel Sánchez, colaborador del portal cubano Ecured, y Reynaldo Taladrid, de la Televisión Cubana, pusieron al desnudo en la Mesa Redonda Informativa las verdaderas intenciones del nuevo plan subversivo contra la Isla, revelado hace unos días por la agencia AP.
Elizalde señaló que primeramente, mediante el contratista de ese país, Alain Gross, la Agencia para el Desarrollo Internacional de EE.UU. (USAID) pretendió crear aquí una infraestructura tecnológica, y después con la operación Zunzuneo intentó establecer las plataformas o software con las que haría llegar masivamente información sediciosa.
Y ahora, con esos jóvenes de Costa Rica, Perú y Venezuela, contratados también por la USAID, tratarían de identificar líderes opositores, con vistas a utilizarlos en la conducción de actividades contrarrevolucionarias dentro de Cuba.
Por tanto, comentó la experta en comunicación, no podemos ver la más reciente violación de nuestras leyes y soberanía como un hecho aislado, es necesario enlazarla con otros proyectos, incluso todo lo anterior forma parte de una estrategia a nivel mundial que responde a los intereses del gobierno de Estados Unidos.
Respecto al revuelo que generó la denuncia de la AP en ese país, Taladrid comentó las opiniones justificativas de personeros de la extrema derecha anticubana, y de la propia Casa Blanca, que como eran de esperar apoyan las acciones subversivas contra la nación caribeña, dirigidas a la llamada transición democrática.
Aunque algunos alegaron que el reclutamiento de jóvenes latinoamericanos no fue una operación secreta, ni encubierta ni clandestina, la propia agencia norteamericana de noticias investigó cómo los supuestos turistas fueron preparados para protegerse de la inteligencia cubana, usando claves o códigos.
Taladrid subrayó que si algo está bien claro es que tanto con el Carril I como el II, que se refieren a los planes estratégicos de Washington para derrocar por diversas vías a la Revolución, se mantienen intactos, y en aras de lograr sus objetivos se valen del turismo, de los contactos pueblo-pueblo, y de medios digitales.
Iroel Sánchez ironizó con la pretensión de viajar a Cuba a enseñar cómo prevenir el SIDA, precisamente en un país que a pesar de sus carencias materiales y financieras hace mucho por la salud de su pueblo y los de otras naciones del mundo.
Manifestó también cuánto dinero está en juego, o mejor dicho, no va a parar a manos de mucha gente que ante todo ha convertido en un gran negocio presentar cualquier proyecto que intente socavar la soberanía de la Revolución, a sabiendas que no todo ese monto monetario (millonario) tampoco llega sus destinatarios.
Los panelistas, encabezados por Randy Alonso, alertaron las intenciones de dirigir tales acciones contra los jóvenes, y como una vez más se demuestra que EE.UU. no cesa en su política hostil contra Cuba, a partir del recrudecimiento del bloqueo.
Plan subversivo anticubano forma parte de una gran estrategia
El envío de jóvenes latinoamericanos a Cuba por el gobierno estadounidense, para promover cambios políticos a través de programas de salud, forma parte de una gran estrategia dirigida a derrocar la Revolución. Los periodistas Rosa Miriam Elizalde, editora del sitio Cubadebate, Iroel Sánchez, colaborador del portal cubano Ecured, y Reynaldo
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