La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó este martes que el programa de gobierno de su adversaria socialista Marina Silva sitúa en un segundo plano el empleo y la industria nacional, en especial la naval.
Tras criticar las propuestas de Silva, excompañera de fórmula del fallecido Eduardo Campos el 13 de agosto pasado en un accidente aéreo, Rousseff ratificó su apego a la política de creación de empleos y el desarrollo del sector industrial.
«Mi promesa va ser siempre crear empleos y asegurar que estos sean cada vez más calificados», destacó al recalcar que su gobierno creó las condiciones necesarias para que Brasil se torne innovador y receptor de inversiones.
Puntualizó que las iniciativas impulsadas durante la administración de Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010) y seguida por ella favorecieron el renacimiento de la industria naval brasileña, la cual se ubica ahora entre las cinco primeras del mundo.
En 2000 había tres mil trabajadores en ese sector y ahora contamos con 81 mil que construyen las plataformas petroleras a emplear en la explotación de crudo en la zona de pre-sal, en aguas profundas del océano Atlántico, aseveró.
La mandataria, quien busca la reelección el 5 de octubre próximo, cuestionó que el tema pre-sal ocupe solo un párrafo de las 242 páginas del proyecto de gobierno de Silva, quien -dijo- aboga por reducir la extracción de crudo y buscar fuentes alternativas de energía.
Entre otros puntos, se pronunció por criminalizar la homofobia en Brasil y rememoró que esta nación fue siempre tolerante con las diferencias.
Estas declaraciones se registran después de que su principal contrincante del Partido Socialista Brasileño (PSB) fuera criticada por su vacilante posición en torno al matrimonio de personas de un mismo género.
Silva, una devota evangélica, abogó el viernes pasado por la unión libre de ciudadanos del mismo sexo, después se retractó y la víspera señaló que apoyará este tipo de alianza.
Tal indecisión motivó que el secretario nacional del comité gay del PSB le retirara su apoyo.
Esta y otras incoherencias de la plataforma política de la candidata socialista son sacadas a la luz por comentaristas políticos, medios de prensa y demás aspirantes a la presidencia de la República.
Durante el debate televisivo de anoche, la pretendiente Luciana Genro, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), objetó la nueva política impulsada por Silva al contar con un programa muy parecido al de Aécio Neves, el postulante de la Social Democracia, y de tener entre sus asesores a economistas de esa tendencia política.
Genro señaló que la promesa de su adversaria de impulsar la autonomía en el Banco Central busca entregar el país al sector financiero e indicó que por ello tiene entre sus coordinadores a Maria Alice Setubal, hija del fundador del Banco privado Itaú.
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