El gobierno estadounidense de Barack Obama y la mafia contrarrevolucionaria de Miami orquestan un nuevo plan subversivo contra Cuba mediante técnicas de la llamada guerra suave.
A través de un artículo en el diario La Jornada, el periodista Carlos Fazio advirtió que la Fundación Nacional Cubano Americana vuelve a las andadas, pero ahora no con planes de magnicidio, sabotaje o acciones terroristas en la isla.
Su accionar es menos letal: capacitar y formar jóvenes como líderes opositores, en un programa de becas promovido por el Departamento de Estado para entrenar en técnicas subversivas dirigidas a atraer a las masas y organizar acciones de desestabilización social, incluidas algunas de corte violento, señaló.
Fazio refirió que el primer curso intensivo para fabricar estos presuntos nuevos líderes concluyó en mayo pasado en La Florida, promovido por el Miami Dade College y la Fundación de los Derechos Humanos en Cuba, ambas con financiamiento de la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID).
El programa del Departamento de Estado para becarios cubanos se inscribe en el marco de las llamadas revoluciones de colores que han servido para desestabilizar y/o derrocar gobiernos considerados enemigos de Washington, apuntó en el texto.
Tal adiestramiento forma parte, alertó, de una vasta red de operaciones públicas y encubiertas del Pentágono y el Departamento de Estado, que incluyó el llamado ZunZuneo, proyecto ilegal y clandestino diseñado, financiado e implementado para subvertir el orden interno en el país caribeño, mediante un Twitter cubano.
Los fondos millonarios del Programa Cuba de la USAID han sido destinados para iniciativas similares como Conmotion, originalmente para uso militar, consistente en la creación de redes inalámbricas independientes en forma de malla para enlazarse con el exterior, fuera de cualquier control gubernamental.
Otras agencias del gobierno estadunidense, entre ellas la Oficina de Transmisiones a Cuba, impulsan proyectos ilegales como Piramideo, plataforma de comunicación que promueve el envío de mensajes masivos a usuarios en el Estado antillano, indicó Fazio.
Según precisó el periodista, durante la administración de Obama, a ese tipo de iniciativas y a las emisoras Radio y Tv Martí (para la guerra mediática desde el éter), le han sido asignados 142 millones de dólares del presupuesto federal, y más de 770 millones de dólares desde la fecha de su creación.
En vez de cabecillas revoltosos y acciones ilegales, injerencistas y subversivas que atentan contra la estabilidad, el orden constitucional y la soberanía cubana, lo que la isla y los países latinoamericanos necesitan es que Estados Unidos abra sus universidades y comparta sus investigaciones científicas, concluyó.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.