Puente dulce, pero amargo

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Taguasco no vive en una urna de cristal

Cuando, recientemente, el periódico Granma daba cuenta de acciones constructivas en un emblemático puente que une a Zaza del Medio con varias comunidades del municipio de Taguasco,  Elizabeth García ya había depositado en el buzón una misiva dirigida a esta columna que versa sobre el mismo viaducto, pero con un problema diferente.

El rápido y oportuno relleno del hueco que ponía en peligro el paso de vehículos por el puente conocido como Dulce Guayaba no representó la solución al vía crucis en que se encuentran no solo ella, sino todos los residentes en Las Aromas, Gandarilla, La Amistad, La Nueva y Arroyo Grande que en virtud de sus estudios, trabajo o intenciones de trámites e, incluso, paseo necesitan viajar a Zaza del Medio.

“A finales de agosto —escribía la lectora— el periodista José Luis Camellón Álvarez publicó un artículo donde se constataba el mal estado de los viales en esta zona. A ello se suma el deterioro del puente Dulce Guayaba, señalizado para que no se excedan las 5 toneladas de carga, por lo que la guagua que cubre la ruta Tramojos-Taguasco y el camión La Larga-Sancti Spíritus dan la vuelta por la Autopista”.

Agrega Elizabeth, quien reside en Las Aromas, que en el año 2009 se hizo “todo un movimiento de tierra porque supuestamente se realizaría un puente nuevo y eso nunca se llevó a cabo”. A seguidas hace constar la preocupación colectiva ante el aplazamiento de la solución verdadera.

Escambray conoció que la obra vial presenta socavaciones en las columnas centrales, así como una grieta vertical en el estribo de la banda (muro vertical) a La Rana. “En la primera inspección, realizada por debajo del nivel del agua, esa grieta era de unos 5 centímetros; en otras posteriores se constató que ya mide aproximadamente 20, por lo que se bajó la capacidad de carga”, explica Yoel Cañizares Hernández, intendente municipal de Vialidad en Taguasco.

Agregó la referida fuente: “unos 15 años atrás, o más, se hizo un proyecto de reparación que nunca llegó a materializarse por su complejidad, pero luego se elaboró otro para un nuevo puente, de mayor amplitud y longitud, a 20 metros aguas arriba del actual”. De acuerdo con Cañizares, “se realizó el dictamen técnico y se presentó el proyecto al Ministerio de Economía y Planificación (MEP), este lo llegó a aprobar pero por diferentes razones no se ejecutó”.

Autoridades gubernamentales de Taguasco corroboran la aseveración del intendente de Vialidad de que solo especialistas de puentes pertenecientes a la Empresa de Proyectos No. 9 de Villa Clara podrían modificar el límite de carga que, dicho sea de paso, es violado constantemente por vehículos de diferentes tipos. “Se trata de un viaducto importante para el municipio, estamos procurando que los profesionales villaclareños vengan a explorarlo desde sus cimientos para saber si es factible subir ese límite hasta 10 toneladas, así se podría dar paso a la transportación masiva”, declaró Javier Brito Pérez, presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular, quien aseguró que, al menos de 2007 para acá, cuando comenzó a ejercer como vicepresidente al frente de las construcciones en el municipio, el proyecto del nuevo puente no ha recibido financiamiento por parte del MEP.

En la dirección de Servicios Comunales taguasquense, entidad financiera de dicha obra, Alexis Rodríguez, inversionista, aseguró días atrás haber recibido el proyecto (según dijo, previsto para el año 2015 y cuyo costo desconoce) a mediados del 2013, “pero todavía no lo hemos despachado con el organismo correspondiente”. Así las cosas, solo queda esperar que el amargor de un viaducto tan dulce desaparezca más temprano que tarde.