Adriana Pérez, esposa de Gerardo Hernández, reclamó al Consejo de Derechos Humanos intervenir para encontrar una solución inmediata a este caso.
Al hablar en la sesión 25 de ese foro, recordó Adriana que Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, René González y Fernando González, fueron arrestados en 1998 y condenados a largas penas por alertar a su país de los actos terroristas de la mafia de Miami.
Los Cinco, como se les conoce internacionalmente, fueron juzgados en Miami durante un proceso amañado, bajo la influencia de medios de prensa pagados por el gobierno estadounidense, los cuales avivaron la hostilidad de esa sede, ya de por sí adversa.
«A lo largo de estos años estos hombres han sufrido torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes. Sus procesos judiciales estuvieron afectados por el vicio y la motivación política y un claro ejemplo de ello lo constituye el ocultamiento y manipulación de evidencias exculpatorias», denunció.
La esposa de Gerardo recordó que las detenciones de estos luchadores antiterroristas fueron declaradas arbitrarias por el Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en 2005, sin embargo, el gobierno norteamericano no ha acatado esta decisión.
«Han pasado los años suficientes como para que tanto René como Fernando González regresaran a Cuba luego de haber cumplido íntegramente sus condenas de 13 y 15 años de prisión, respectivamente, sin que se haya logrado la tan aclamada justicia», dijo.
Añadió que aún permanecen en las cárceles Antonio Guerrero, sancionado a 27 años, incluyendo un período de libertad supervisada; Ramón Labañino, a quien le impusieron una pena de 30 años y Gerardo Hernández, su esposo, condenado a morir en prisión por sus dos cadenas perpetuas más 15 años.
«La situación de este caso es evidentemente humanitaria y por tanto apelamos a un gesto que requiere de voluntad política y ética. El presidente Barack Obama, premio Nobel de la Paz, puede ejercer su derecho constitucional y poner en libertad a estos cubanos, quienes han dedicado lo mejor de sus años a la noble causa de defender la vida», declaró.
Adriana afirmó que a pesar de las reiteradas denuncias en este y otros foros sobre las injusticias cometidas contra los Cinco y sus familiares, así como los pronunciamientos de numerosos jefes de Estado, parlamentos, personalidades y organizaciones de todo el mundo, aún persiste el muro de silencio sobre este caso.
«Este es el Consejo de Derechos Humanos, le corresponde a este órgano ayudarnos a encontrar una solución humanitaria, inmediata y definitiva que termine con tanto sufrimiento, permitiendo que Antonio, Ramón y Gerardo regresen a sus hogares», reclamó Adriana Pérez.
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