Durante 14 años el servicio de rehabilitación del Hospital Pediátrico Provincial ha contribuido a la reinserción social de los infantes que han requerido tales tratamientos
Bastan un redil lleno de pelotas y colchones tirados en el piso para que se haga la magia: piernas que se estiran una y otra vez, cabezas que comienzan a sostenerse, algunos llantos que demoran en disiparse… No es un local de juegos, pero en la Sala de Rehabilitación del Hospital Pediátrico Provincial José Martí Pérez lograr que los pequeños vuelvan a andar puede simular un pasatiempo más en el mundo de esos locos bajitos.
Ha sido así desde el 2000, cuando se estrenó ese servicio en dicha institución hospitalaria en un pequeño local antes y hace poco más de dos meses —gracias al proceso constructivo que ha remodelado la instalación— en un área que cuenta con consulta médica y de medicina natural y tradicional; además de otros espacios destinados a la quinesiología, con los colchones donde los niños reciben los ejercicios, y al tratamiento con agentes físicos como el ultrasonido y el calor.
Según la doctora Marta Ferro, especialista en Medicina Física y Rehabilitación, la ampliación constructiva de este servicio ha implicado elevar la calidad de la asistencia e incrementar el número de infantes que se rehabilitan.
“Aquí se atienden niños en el primer año de vida, fundamentalmente, que llegan desde los diferentes municipios, aunque prevalecen quienes viven en áreas aledañas al Pediátrico o en zonas rurales cercanas; además de los pacientes ingresados que reciben estos tratamientos”, apunta Marta Ferro.
Al decir de la especialista, entre las principales patologías que se rehabilitan sobresalen la acondroplasia, las lesiones estáticas del sistema nervioso central, diferentes trastornos en el desarrollo y algunas enfermedades en estudio por otras especialidades médicas, pero que requieren de estas terapias.
“De acuerdo con lo padecido por cada niño —asegura— se realizan ejercicios específicos en el colchón, esencialmente para tratar de estimular el desarrollo y posibilitar que los pequeños vayan logrando resultados. También se brinda fisioterapia respiratoria, cardiovascular e intensiva y se aplican procederes de la medicina natural y tradicional como acupuntura, analgesia, la digitopuntura —usada, fundamentalmente, para el asma y la neumonía— y la moxibustión utilizada en el tratamiento de las enfermedades gastrointestinales”.
Para la rehabilitación de los pequeños no se dispone de grandes avances tecnológicos, sino que son suficientes —además de la calificación del personal— un bipedestador, una piscina de pelotas, rodillos, cuñas y mesas de juegos.
Mas, los progresos no surten de milagros, es una cuestión de tiempo. Así lo confirma Doriam Baracaldo, licenciado en Fisioterapia: “La rehabilitación infantil es un proceso a largo plazo. El trabajo requiere de más cuidado, mayor responsabilidad y de la adaptación de los niños, para lo cual se establece una secuencia de tratamiento con el mismo fisioterapeuta”.
La reinserción social de varios de los pequeños atendidos allí le ha valido también a esa sala la credencial de centro de referencia de rehabilitación en neurología infantil en la provincia, lo cual la avala, además, para la formación de quienes cursan la licenciatura en Fisioterapia y Rehabilitación.
Y ADEMAS PARA COMPLETAR SOY DE CEPA SPIRITUANA
estoyen bolivia soy defectologo con especialidad en logopedia pero me he visto en la necesidad de trabajar un poco la fisioterapia en ninos co PC SI pudiera contar con algunas orientaciones de su parte me sentiria mas cubano que nunca UN ABRAZO DESDE LA DISTANCIA PERO CUBANO HASTA LA MUERTE