Los apicultores espirituanos tienen el compromiso de fabricar este año unas 660 toneladas de miel, la mayor parte de ellas concentradas en el último trimestre.
La planta de beneficio de miel de Sancti Spíritus reinició su producción tras dos meses de paralización por los trabajos de mantenimiento del piso de la fábrica.
De acuerdo con Bruno García, director de la unidad empresarial de base apícola Sancti Spíritus, ello forma parte de las acciones de modernización que se aplican en esa industria desde hace varios años y que ha permitido dotar con mejores condiciones tecnológicas a la misma.
El reinicio de las labores productivas en la planta espirituana permitirá ir recuperando gradualmente la producción que hoy tiene más de 90 toneladas de miel por debajo de su cronograma.
Ello permitirá cubrir los compromisos de exportación que, no obstante la parada, se comportan por encima de lo previsto con un total de mil 943 toneladas comercializadas. El pasado año la fábrica procesó más de 4 200 toneladas de miel de abeja
La planta de beneficio de Sancti Spiritus asume la miel procedente de las provincias desde Pinar del Río hasta Camagüey y se distingue por su eficiencia y calidad debido a la exigencia del mercado internacional que demanda un producto puro, limpio, con bajos niveles de humedad, color atractivo. Los países que lo adquieren, esencialmente los europeos, le dan diversos usos como medicina, energizante natural y en la industria del cosmético, entre otros.
De acuerdo con el directivo estas cualidades están asociadas a las magníficas floraciones predominantes en la región y la excelencia del trabajo de los productores existentes que cuentan con una elevada cultura en la actividad.
La planta recibió la certificación del Sistema Integrado de Gestión de Calidad, tanto por las normas internacionales ISO 9001 como por la norma cubana NC-136 tras la implantación de un sistema de inocuidad alimentaria que redunda en mayor calidad y prestigio para su producción.
Tal reconocimiento siguió a un profundo proceso de modernización y sustitución de la antigua tecnología instalada por una más moderna, dotada de componentes metálicos, todos de acero inoxidable, tal como lo exigen las normas internacionales para la comercialización de dicho producto.
A fin de garantizar esos niveles de calidad desde la fase inicial de producción en la provincia espirituana se trashumaron hacia zonas costeras unas 4 mil 500 colmenas para aprovechar el aporte de las floraciones de mangle en esta etapa del año en aras de mantener el cumplimiento del programa de producción de miel.
Pasados los primeros cinco meses del año los apicultores logran superar las 160 toneladas de miel y sobrepasan lo previsto en la obtención de propóleo y cera.
La propia fuente significó que pese a ese favorable comportamiento, las constantes lluvias han afectado las floraciones melíferas lo cual obliga a los productores a un esfuerzo adicional.
Los apicultores espirituanos tienen el compromiso de fabricar este año unas 660 toneladas de miel, la mayor parte de ellas concentradas en el último trimestre con lo que crecerían en este importante renglón exportable
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