El último proceso de rendición de cuenta de los delegados a sus electores del presente mandato, aun con sus imperfecciones, dejó algo mal parados a quienes, de manera errada y la mayoría de las veces sin razón, se niegan a asistir a dicho intercambio en cada barrio.
Por suerte para los espirituanos, el 2014 marcó pautas en cuanto a la solución de los planteamientos a partir de un serio trabajo de los Consejos de la Administración Municipales y las direcciones administrativas en las comunidades, lo cual valió para que las entidades responsables y las propias autoridades gubernamentales tocaran de cerca los principales problemas de cada barrio.
La parte buena del asunto se resume al saber que la provincia termina el ciclo con una de las más altas cifras de solución de los últimos tiempos, sustentada en la aplicación de una estrategia dirigida a remediar problemas que dependen de recursos y se reiteran a través de varios mandatos, incluso algunos con fecha de caducidad que data de tres décadas.
Bendita estrategia que dejó solucionados cerca de 20 000 planteamientos del total de todos los mandatos y despachos, y el 85 por ciento de los 1 927 que este año se incluyeron en el plan de la economía. Sin embargo, no hay que ser una lumbrera para inferir que se pudo a partir un poco más de trabajo y dedicación, pues a lo largo de estos años, además de recursos y financiamiento para invertir, también faltaron la voluntad y la prioridad por parte de las entidades responsables, unido a la falta de protagonismo de algunos delegados.
Sobre la base de la democracia que caracteriza nuestro sistema, nadie está obligado a asistir a esas reuniones y, de hecho, un porcentaje considerable faltó a las últimas citas bajo el pretexto de que no se resuelven los planteamientos, otros reclaman a gritos la presencia de los dirigentes administrativos, y en el peor de los casos, el delegado, que es al final quien rinde cuenta de su gestión, no tiene respuestas convincentes porque le falta esa autopreparación que no se aprende con la impartición de seminarios.
El criterio autorizado de Lien Mora Bieira, secretaria de la Asamblea Provincial del Poder Popular, refrenda lo anterior cuando señala:
“La preparación personal y la permanente búsqueda de información sigue siendo asignatura pendiente para estos representantes del gobierno en la base, de ahí que a veces los intercambios carezcan de fundamentos profundos. Hay que actualizarse constantemente, a tono con las transformaciones que hoy se llevan a cabo en el país”.
El hecho de que un planteamiento demore décadas en resolverse habla también del desgaste que sufren los delegados en función de una respuesta positiva, pero también se convierte en un freno que desacredita la autoridad de ese representante gubernamental.
A juicio de las autoridades gubernamentales el XV Período de Mandato para las Asambleas Municipales del Poder Popular, que culmina el próximo año, transcurre acompañado de cambios en la forma de hacer y de gobernar, mutaciones que pudieran aproximarse a la forma de administrar en la base, no por gusto muchos delegados son del criterio de alargar el período de rendir cuenta de su gestión para hacer más constante su labor en relación con los planteamientos.
Hoy esas citas con el pueblo no son tan aburridas como quieren hacer ver y, si bien detrás de cada mano que se levanta van a la agenda del delegado asuntos administrativos relacionados con el abasto de agua, los servicios de transporte o de la salud, entre otros, ahora la mayoría de los debates también barren para adentro con el enfrentamiento a las indisciplinas sociales, reclamos de atención a los jóvenes y a la familia, denuncia de violaciones urbanísticas y defensa de una mejor convivencia, entre otros asuntos domésticos, de esos que se resuelven en el barrio.
Le sobra razón a la secretaria del máximo órgano de Gobierno en la provincia cuando adelanta que, aunque todavía este mandato no termina, para el próximo tendremos delegados con más experiencia, pero habrá que empezar por una buena selección cuando el venidero año se realicen las elecciones parciales.
Ellos conformarán las futuras asambleas municipales, estructuras que en breve deberán abrirse, como ya se experimenta en Artemisa y Mayabeque, a la aplicación de estructuras de dirección más racionales y viables; la separación de funciones estatales y las empresariales; un mayor acercamiento a la base y la más adecuada distribución de tareas hasta alcanzar una utilización más eficiente de los cuadros y directivos.
Este año vi el proceso parecido al anterior, con la diferencia de más baja asistencia a las rendiciones de cuentas que en otras ocasiones, salvo aquellas que fueron filmadas por la TV o fotografiadas por la prensa. Reflexionemos todos. Saludos a los internautas.