Salón de pintura Mariano Tobeñas In memoriam convoca a los artistas por primera vez.
La crítica especializada señala a Mariano Tobeñas Mirabent como uno de los principales pintores en la historia del arte espirituano. De merecido reconocimiento a nivel nacional y extranjero, en su fecunda carrera cultivó con acierto el bodegón, el retrato y el paisaje campestre. Actualmente se le considera un verdadero renovador local de la pintura de género, sobre todo porque gran parte de su trabajo constituyó un referente casi obligatorio para las generaciones de creadores que le sucedieron en el tiempo.
Por tal motivo, el Consejo Provincial de Artes Plásticas escogió su nombre para identificar un nuevo salón que espera efectuar una vez al año. Dedicado exclusivamente a la pintura de caballete, esta nueva iniciativa pretende reunir en la antigua casa solariega de Oscar Fernández Morera a la mayor cantidad de artistas yayaberos que esgriman óleos, acrílicos y lienzo como herramientas para tentar lo sublime.
Las veintena de obras reunidas en el salón exploran códigos estéticos del paisaje, la neofiguración, el hiperrealismo, la pintura naif y la naturaleza muerta. Durante la inauguración, el jurado otorgó tres premios en igualdad de condiciones a partir de la calidad técnica de cada trabajo. Uno de los lauros recayó en Viaje al infinito, de José Perdomo García y Wilfredo Prieto, complemento visual de un proyecto instalativo que el propio Wilfredo pretende ejecutar en Zaza del Medio, su pueblo natal. Asimismo, fueron galardonadas las piezas Tú y yo, abstracción de Alexander Hernnandez Chang, y The language doesn’t tell us… (El lenguaje no nos dice…), ejecutada por Ángel Luis Méndez Montagne, obra de notable factura que aúna los principios iconográficos del hiperrealismo con referentes ya clásicos dentro de la historia del arte occidental, entre ellos la reconocida pintura El grito, ejecutada por el grabador y pintor noruego Edvard Munch.
Poco importaron en este nuevo salón las diferencias generacionales o las individualidades estéticas. Lo esencial fue poner de manifiesto con cuánto rigor se ejerce hoy el oficio pictórico en nuestra provincia: práctica que han defendido creadores ya consagrados, o que poco a poco van asumiendo otros, bien sean autodidactas o recién egresados de las escuelas de arte.
No obstante, el valor principal del I Salón de Pintura de Caballete Mariano Tobeñas In Memoriam radica en el interés de sus organizadores por recordarnos que, amén de las tendencias posmodernas y las individualidades estéticas, el arte pictórico sigue ocupando un lugar fundamental tanto en el trabajo de nuestros creadores como en el gusto del público, ese exigente inquisidor que muchas veces se acerca a las galerías en busca de la belleza.
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