En la recta final de la segunda vuelta de los comicios, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, pidió a los ciudadanos mantener a la nación en el camino correcto y evitar un retroceso.
«No podemos dejar que vuelva ese tipo de política que mira al país de forma irresponsable. Desde hoy hasta el día 26 (día de los comicios) vamos a virar el voto y vamos a ganar estas elecciones en las urnas», resaltó Rousseff en un multitudinario acto celebrado en el Teatro de la Universidad Católica de esta urbe.
Ante miles de personas, representantes de movimientos sociales, populares y políticos, alertó que el proyecto de gobierno de su adversario de la Social Democracia (PSDB), Aécio Neves, pretende la sumisión de Brasil a los intereses de grandes potencias del planeta.
El PSDB continúa con su vieja política, desea el regreso del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), y rechaza al grupo de territorios emergentes del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica), así como menosprecia al Mercado Común del Sur (Mercosur), advirtió.
La mandataria denunció que la propuesta de su contendiente plantea una reducción máxima de la inflación y una subida de los impuestos, lo cual pone en riesgo la generación de empleos registrada en los últimos años.
Tras rememorar que durante la administración socialdemócrata en 2002 la cifra de parados ascendía a 11,5 millones, Rousseff reiteró la necesidad de no dejar que la vieja política vuelva a tomar las riendas de Brasil.
A modo de ejemplo, mencionó la falta de planificación del gobierno de este estado de Sao Paulo, administrado por el PSDB, que provocó la actual crisis con el agua, debido a la caída al mínimo de las reservas hídricas, por la falta de lluvias.
«El agua es una responsabilidad de los estados y municipios», aseveró al rememorar que en el gobierno tucano (como denominan aquí también al PSDB) de Fernando Henrique Cardoso (1995-2003) hubo cortes de la energía eléctrica y apagones por falta también de planificación.
Acompañada del exmandatario Luiz Inacio Lula da Silva, a este acto asistieron líderes de grupos sociales, populares, políticos, diputados federales, así como escritores y artistas.
De cara a los comicios del domingo próximo, Rousseff acapara el 52 por ciento en la intención del voto válido, mientras su adversario Neves acopia un 48 por ciento de respaldo, según últimos sondeos.
Y por supuesto, según ella,es el camino correcto.