El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, denunció este jueves el cinismo en los análisis de Occidente respecto a las acciones del gobierno ucraniano en el sureste del país y las mentiras de Kiev en relación con la situación humanitaria.
Medvédev deploró la evaluación de los miembros del G-7 (el club de naciones más industrializadas) de una supuesta moderación en las acciones de las autoridades ucranianas, que lanzaron el ejército contra su propio pueblo, enfatizó.
Comentó el jefe del gabinete ruso durante una reunión ministerial que el cinismo en este caso no tiene límites.
Al mismo tiempo tildó de mentira los pronunciamientos de Kiev que niega los problemas humanitarios y la avalancha de refugiados desde Ucrania, precisamente asustados por la situación en las regiones orientales, agregó Medvédev, citado por las principales agencias rusas.
Lamentó que las autoridades ucranianas no vean los problemas, mientras miles de ciudadanos cada día cruzan las fronteras en busca de ayuda.
Unos tres mil ucranianos, en su mayoría niños y mujeres, arriban a diario a la ciudad fronteriza de Rostov-del Don, en el sur de Rusia, especificó Medvédev a modo de ejemplo y llamó al Ejecutivo a apoyar con recursos financieros a los territorios que acogen refugiados.
Según el plenipotenciario de los Derechos del Niño en Rusia, Pavel Astajov, el 3 de junio cruzaron los puntos fronterizos más de siete mil ciudadanos ucranianos. Dijo además que las autoridades regionales en Rostov declararon esta semana régimen de situación de emergencia por la oleada de inmigrantes, sin precedentes.
Las regiones que se encuentran en esa situación necesitan apoyo, afirmó el primer ministro en la reunión del gabinete.
En la Cancillería, el portavoz Alexander Lukashevich llamó este jueves a Kiev a no bloquear la salida de los refugiados y a coadyuvar en la coordinación de la ayuda humanitaria a los habitantes de las regiones del sureste de ese país, en medio de bombardeos y cañonazos a las ciudades.
Lukashevich consideró indignante la posición del autodesignado presidente interino Alexander Turchinov, quien anunció el cierre de las fronteras con Rusia.
En lugar de abrirlas para aquellos que desean huir de la guerra, se cierran. Es totalmente indignante e inaceptable, aseveró el diplomático.
Aseguró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores que Rusia prestará todo el apoyo necesario a los refugiados y desplazados procedentes de las regiones de Donetsk y de Lugansk, donde tiene lugar la operación represiva, lanzada por Kiev a mediados de abril.
Indicó que Moscú investigará el ataque aéreo con golpes de misiles a la sede del gobierno en Lugansk, con saldo de ocho muertos y decenas de heridos, entre la población civil, al reiterar el llamado a las autoridades de cese inmediato de las acciones militares y las incursiones en los sectores residenciales.
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